Para los que buscan una vida tranquila, los coleccionistas de arte y amantes del buen diseño, traen esta casa de luz clara y paleta suave, de la que sacar multitud de ideas. El estudio de arquitecura Förstberg Ling interviene en un antiguo taller en Estocolmo para proyectar la vivienda de una jóven familia, optimizando el espacio y buscando la luz. Todo un ejemplo a seguir.
Acogedor y sofisticado
Se trata de una vivienda de corte limpio, esquema claro y envolvente neutra. El interior nos recuerda a un estilo nórdico más refinado, más ligero, con una selección exquisita de piezas de diseño bajo una luz cenital que inunda el espacio como una pecera. La selección de materiales nobles acerca la arquitectura al usuario, creando un ambiente acogedor, lejos de un interiorismo recargado.
Un esquema claro y sencillo
El proyecto interviene en el interior de un antiguo taller, de planta casi cuadrada, y estructura perimetral de ladrillo. Los arquitectos resuelven conservar el esquema diáfano y holgado del antiguo taller, buscando siempre los elementos de valor que enriquecerán la vivienda con retales de historia. Así, buscando aprovechar al máximo un amplio lucernario en la cubierta inclinada, se plantea un esquema en dos plantas, dejando en la planta superior un espacio libre a doble altura que permite la entrada de luz hasta el último rincón de la casa.
La planta baja responde a una organización en dos sectores, siendo el mayor de ellos el espacio principal con cocina, comedor y salón. El acceso se realiza desde la banda lateral, que esconde además los espacios servidores, y la escalera que conduce a la planta superior.
Juego de colores bajo la luz
Los clientes buscaban un entorno lo suficientemente neutro para que fueran las piezas de diseño las que vistieran el espacio. Así, la envolvente se cubre de blanco, como un lienzo para la colección de arte, y el resto de materiales crean un conjunto modesto, y a la vez cercano, capaz de servir de fondo para todo tipo de colores y formas.
El suelo de cemento pulido cubre toda la superficie de la casa, uniendo ambientes y difuminando las barreras entre usos. El forjado de paneles de madera y vigas macizas de acabado natural, se conserva visto, suavizando el conjunto y aportando intimidad al ambiente. Los muebles y plantas de interior son la chispa de la estancia.
Taller de cocina
El fondo de la estancia se reserva para un elegante mueble de cocina, que combina armarios superiores e inferiores enfrentando acabados naturales y lacados en verde respectivamente. Una robusta encimera de mármol recorre todo el fondo de la estancia, proporcionando una larga superficie de trabajo, como si de un taller se tratara, sin interferir en el esquema abierto de la estancia.
La ligereza del diseño dota a cada pieza de un aspecto liviano y delicado, como las plantas que decoran cada rincón. La distribución acomoda en la banda lateral una pequeña estancia para la despensa, resuelto con armarios y estantes de madera que esconden electrodomésticos y espacio de almacenamiento.
Texturas superpuestas
El acceso a la segunda planta nos permite apreciar una pequeña muestra de los materiales empleados en toda la intervención. El cemento pulido del pavimento se moldea para dar forma al primer tramo de escaleras. Éstas comienzan el acceso tras un armario autoportante de madera de pino, y ambos materiales se superponen frente al fondo blanco del perímetro. El carácter sobrio del cemento y la naturalidad del blanco y la madera componen un interior sofisticado, que enmarca cada una de la piezas de coleccionista.
Ya en ascenso, encontramos una espacio en entreplanta que se adapta al trazado de la cubierta inclinada y acomoda un pequeño estudio, en un entorno casi escultórico. La luz queda reflejada en los múltiples planos de este rincón, creando un juego de escala de blancos y claridad ambiental, perfecto para el estudio.
De nuevo diseño y plantas de interior completan el espacio sin faltar a su esencia.
Sueños en verde agua
Los dormitorios son espacios tranquilos, de atmósfera natural y tonos suaves. Un mueble de baldas de tablero contrachapado separa las estancias del espacio de distribución, integrando además amplias puertas correderas que permiten la total apertura del interior. Mismos acabados, y paredes de color verde agua envuelven estos espacios en un ambiente de calma y claridad.
El baño desciende un par de escalones desde el dormitorio principal. La estancia abuhardillada se nutre de la luz directa que recibe de un pequeño lucernario, y se convierte en un juego de texturas y verdes azulados, siempre con un diseño ligero y amable.
El mármol blanco cubre la encimera, así como el suelo y paredes, y un espejo cubre toda la superficie frontal, ampliando la profundidad del espacio. Lavabo cerámico blanco y contadas piezas de decoración cierran esta elegante composición, que nos hace comprender cómo el gusto por el detalle y la calidad del diseño marcan el ritmo de este proyecto.
El mármol blanco cubre la encimera, así como el suelo y paredes, y un espejo cubre toda la superficie frontal, ampliando la profundidad del espacio. Lavabo cerámico blanco y contadas piezas de decoración cierran esta elegante composición, que nos hace comprender cómo el gusto por el detalle y la calidad del diseño marcan el ritmo de este proyecto.
Para más información visiten: Förstberg Ling
Vía: habitissimo
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