Tanto si es pianista como un amante de la decoración con objetos sacados de contexto, nada mejor que un piano para dar un toque de glamour al interiorismo de su casa.
Dentro de la casa, donde mejor queda un piano es en el salón, ya que suele ser más amplio que el resto de las habitaciones y luce mucho más que en cualquier otra estancia. Además, si es habilidoso puede animar las veladas con un poco de música cuando tenga invitados-
Como pianos hay de muchos tipos y colores, en esta ocasión le proponemos unas cuantas ideas para decorar con pianos de pared. Ideales para espacios pequeños, sólo necesita un poco de espacio libre en un muro y lograr que este instrumento esté en armonía con el resto de la decoración. Eche un vistazo a la siguiente lista donde le damos varias opciones:
Pianos de color
Si su estilo de decoración es alegre y vitalista, tirando al pop o retro, lo suyo son los pianos a todo color. Puede integrarlos en la pared pintándola del mismo color que el piano incluyendo baldas, muebles bajos y hasta la propia banqueta.
Pianos blancos
Etéreos, delicados y refinados, perfectos para un entorno shabby chic o un estilo nórdico donde el entorno es en su gran mayoría de color blanco.
Pianos negros
Elegantes y distinguidos, es el color de acabado que suele venir a la mente cuando se piensa en este instrumento. Si tiene tendencia a un estilo más clásico sin duda su piano debe ser negro. Tiene empaque y prestancia y vienen a ser lo que el color rojo a un Ferrari.
Pianos de madera
Al igual que los anteriores, también resultan clásicos pero con un aspecto más vintage. Según su antigüedad estos pianos pueden acoplarse perfectamente a un ambiente rústico o incluso a un entorno vintage en conjunto con otros elementos desgastados, como por ejemplo junto a un sofá chester y unas letras corpóreas iluminadas.
Pianos de color
Si su estilo de decoración es alegre y vitalista, tirando al pop o retro, lo suyo son los pianos a todo color. Puede integrarlos en la pared pintándola del mismo color que el piano incluyendo baldas, muebles bajos y hasta la propia banqueta.
Pianos blancos
Etéreos, delicados y refinados, perfectos para un entorno shabby chic o un estilo nórdico donde el entorno es en su gran mayoría de color blanco.
Pianos negros
Elegantes y distinguidos, es el color de acabado que suele venir a la mente cuando se piensa en este instrumento. Si tiene tendencia a un estilo más clásico sin duda su piano debe ser negro. Tiene empaque y prestancia y vienen a ser lo que el color rojo a un Ferrari.
Pianos de madera
Al igual que los anteriores, también resultan clásicos pero con un aspecto más vintage. Según su antigüedad estos pianos pueden acoplarse perfectamente a un ambiente rústico o incluso a un entorno vintage en conjunto con otros elementos desgastados, como por ejemplo junto a un sofá chester y unas letras corpóreas iluminadas.
Vía: Decofilia
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