Aun diseñado hace más de 60 años, empezó a producirse en 1994 a través de la firma Zanotta, es decir, 19 años después de la muerte de este gran proyectista catalogado de estilo neobarroco o neoliberty.
Carlo Mollino solía definir sus creaciones como “lascivas” y de hecho su impronta la dejaba en las formas suaves, sinuosas y redondeadas (casi aerodinámicas) de todos sus diseños. La pieza Ardea es un claro ejemplo: un sillón orejero divertido, cómodo y juguetón que a pesar de “su edad” tiene cabida en la decoración de cualquier ambiente moderno.
El sillón Ardea, con base de madera lacada en negro y estructura de acero, lleva un acolchado de poliuretano recubierto de un tapizado desenfundable de tejido Sole.
Para más información visiten: Zanotta Design
Vía: Decofilia
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