A la hora de hablar del almacenaje en el hogar la respuesta general de todo el mundo es que se queda escaso para poder dar cabida a todos los objetos personales que vamos acumulando a lo largo nuestra vida. Siempre necesitamos más. Algo que siempre proponemos es buscar espacio para colocar estanterías con puertas que oculten nuestro pequeño “caos”, porque mientras más objetos, más sensación de desorden reinará en nuestra casa. Eso sí, unas estanterías abiertas también pueden ser parte activa de la decoración y no por ello nuestro espacio tiene que ser una leonera. Por ello, hoy le proponemos como alternativa las estanterías bajas. Una solución muy zen que tiene su origen en el estilo escandinavo y que proporciona una mayor amplitud espacial resolviendo la cuestión práctica de manera funcional y estética.
En el mercado encontramos diversidad de diseños que nos permiten optar por las estanterías bajas como mueble auxiliar multifuncional en diferentes contextos del hogar. Veamos cómo.
Módulos a media altura
La solución más tradicional a nivel estético son los módulos de almacenaje a media altura, si opta por un ambiente más clásico son su mejor apuesta. Si busca una gran superficie para su biblioteca personal, para sus archivos, álbumes o material de trabajo, no lo dude, en ellos encontrará una buena aliada. Esta opción resulta más robusta pero al tratarse de un volumen bajo mantiene la parte superior de la estancia despejada y desahogada, permitiéndole colocar sobre ellas otros elementos decorativos.
Suspendidas
Las estanterías suspendidas pueden partir de cualquiera de las composiciones anteriores, con el valor añadido de que despejan tanto la parte inferior como la superior del espacio. El estilo de fijación flotante libera el suelo de las características patas, zócalos y soportes que enturbian a la hora de realizar la limpieza, facilitándole así el día a día. De este modo también se consigue aligerar doblemente el espacio y conseguir un estilo más minimalista.
Perimetrales
Las estanterías bajas de tipo perimetral sirven para delimitar un espacio de otro, aportan el almacenaje que necesitamos y además nos proporcionan una zona de asiento auxiliar por su forma de bancada que, adosada a una pared y junto a una ventana, también puede conformar un interesante espacio de lectura.
Las estanterías bajas tipo balda, nos ofrecen una estructura ligera de almacenaje idónea para espacios reducidos que, además, aporta una estética muy contemporánea y elegante. Puede emplear dos o tres baldas superpuestas manteniendo una separación mínima entre ellas para dar aire a la composición. Para conseguir este efecto ligero lo más adecuado es que las elija flotantes o de estructura oculta, evitando escuadras y soportes visibles para favorecer un acabado más pulcro.
Cuarterones
Las estanterías a base de cuarterones gozan de mayor presencia visualmente, su composición proporciona un ambiente más simétrico y jerárquico que nos facilita enormemente la tarea de ordenación de nuestros enseres personales.
Módulos a media altura
La solución más tradicional a nivel estético son los módulos de almacenaje a media altura, si opta por un ambiente más clásico son su mejor apuesta. Si busca una gran superficie para su biblioteca personal, para sus archivos, álbumes o material de trabajo, no lo dude, en ellos encontrará una buena aliada. Esta opción resulta más robusta pero al tratarse de un volumen bajo mantiene la parte superior de la estancia despejada y desahogada, permitiéndole colocar sobre ellas otros elementos decorativos.
Suspendidas
Las estanterías suspendidas pueden partir de cualquiera de las composiciones anteriores, con el valor añadido de que despejan tanto la parte inferior como la superior del espacio. El estilo de fijación flotante libera el suelo de las características patas, zócalos y soportes que enturbian a la hora de realizar la limpieza, facilitándole así el día a día. De este modo también se consigue aligerar doblemente el espacio y conseguir un estilo más minimalista.
Perimetrales
Las estanterías bajas de tipo perimetral sirven para delimitar un espacio de otro, aportan el almacenaje que necesitamos y además nos proporcionan una zona de asiento auxiliar por su forma de bancada que, adosada a una pared y junto a una ventana, también puede conformar un interesante espacio de lectura.
Estas son algunas opciones para decorar con estanterías bajas y sacarle un mayor partido a nuestro hogar. Si se ha quedado con ganas de más, le dejamos una amplia muestra de los buenos resultados que proporcionan para un ambiente sereno y ordenado.
Vía: Decofilia
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