Hoy dedicamos nuestro post a los centros de mesa en la decoración de bodas.
Rústicos
Si le fascinan las bodas vintage, si opta por celebrar su boda al aire libre o si quiere darle un toque rustic chic a su celebración, qué mejor que decorar las mesas con tronquitos naturales o botes de cristal rodeados de cuerda, caminos de mesa en tela de saco o yute, y pequeñas flores blancas y ramas campestres. Aportarán un toque informal y original a la vez que muy actual.
Clásicos
Típico de los “grandes bodorrios”, los centros florales de tipo clásico se basan en grandes centros de cristal rebosantes de flores. Suelen emplearse jarrones altos coronados por grandes grupos de flores y ramas decoradas, si bien suelen tener el inconveniente de que obstaculizan la vista de los invitados y limitan por tanto la comunicación en la mesa, reduciéndola a los comensales que se tienen al lado. Para solventarlo, lo ideal es que el jarrón sea lo más estrecho posible o en su defecto totalmente transparente sin que se dejen ver las ramas.
Minimalistas
Menos es más es su lema… Ideal para los que huyen de mesas recargadas o jarrones clásicos rebosantes de flores, los amantes de las bodas minimalistas siempre pueden simplificar al mínimo el arreglo del centro de mesa con velas y ramitas o unos simples tarros o jarrones cilíndricos de cristal con pocas flores. Las mejores para estos casos, los tulipanes blancos y las calas. Sencillas y elegantes.
Alternativos
Si busca salirse completamente de lo convencional, puede optar por sustituir los centros de flores naturales por otros elementos: desde ramas secas coronadas con bisutería o farolillos de vela a flores de papiroflexia u origami… En la imaginación está la clave.
Blancos
Siendo el blanco el rey de la decoración de bodas por motivos obvios, su presencia en el arreglo floral de las mesas no puede pasar desapercibido. Si bien muchas veces las flores blancas acaban mezclándose con otros colores, también se puede optar por colocar exclusivamente flores blancas. Una opción elegante y armoniosa.
Aires femeninos
Si el blanco monocromo le resulta demasiado soso pero tampoco le van los colores vivos y quiere darle a sus centros de mesa un toque shabby chic, opte por flores de tonos pastel: con amarillos suaves, verde menta, rosa palo, o malvas claros conseguirá un efecto femenino y armonioso que invita a la conversación.
Fucsias
¿Que prefiere sin duda el color? El rosa intenso y los fucsias pueden convertirse en sus aliados, ya que existen muchos tipos de flores en ese color. Buganvillas, orquídeas, rosas o violetas harán las delicias de su mesa.
Morados y violetas
Si le van los tonos vivos pero quiere contentar también al público masculino, opte por los violetas y morados en lugar de los fucsias: elegantes e intensos, aportarán ese punto de color que necesita para todos los gustos.
Colores complementarios
Si prefiere mezclar colores, hágalo con moderación, pues no hay que olvidar que se trata de una celebración con muchos invitados. Las mezclas más adecuadas: los rosas y amarillos, colores que se complementan a la perfección para darle un tono mixto a su mesa sin desentonar.
Colores poco usuales
¿Qué quiere destacar? Opte por colores vivos en sus mesas y no pasarán desapercibidos. Azules, rojos y naranjas son menos habituales y aportarán un toque diferente. Y si no los encuentra en flores, empléelos en plumas o manteles para darle el toque.
Mezcla de color
¿Le van las mezclas? Si quiere una boda alegre con un toque informal, combine varios colores vivos entre sí y dele vitalidad a sus mesas.
Más plantas que flores
Una opción igualmente elegante es darle un mayor protagonismo a las hojas que a la flor, a los tallos que a los pétalos, opte por las plantas… Centre su mesa en estos elementos y verá qué bonito queda el resultado.
¿Más inspiración?
Dorados, amarillos, malvas… Por si aún le quedan ganas de seguir mirando fotos, le mostramos una colección de algunos centros de mesa especiales para la decoración de bodas. ¡Feliz celebración!
Rústicos
Si le fascinan las bodas vintage, si opta por celebrar su boda al aire libre o si quiere darle un toque rustic chic a su celebración, qué mejor que decorar las mesas con tronquitos naturales o botes de cristal rodeados de cuerda, caminos de mesa en tela de saco o yute, y pequeñas flores blancas y ramas campestres. Aportarán un toque informal y original a la vez que muy actual.
Clásicos
Típico de los “grandes bodorrios”, los centros florales de tipo clásico se basan en grandes centros de cristal rebosantes de flores. Suelen emplearse jarrones altos coronados por grandes grupos de flores y ramas decoradas, si bien suelen tener el inconveniente de que obstaculizan la vista de los invitados y limitan por tanto la comunicación en la mesa, reduciéndola a los comensales que se tienen al lado. Para solventarlo, lo ideal es que el jarrón sea lo más estrecho posible o en su defecto totalmente transparente sin que se dejen ver las ramas.
Minimalistas
Menos es más es su lema… Ideal para los que huyen de mesas recargadas o jarrones clásicos rebosantes de flores, los amantes de las bodas minimalistas siempre pueden simplificar al mínimo el arreglo del centro de mesa con velas y ramitas o unos simples tarros o jarrones cilíndricos de cristal con pocas flores. Las mejores para estos casos, los tulipanes blancos y las calas. Sencillas y elegantes.
Alternativos
Si busca salirse completamente de lo convencional, puede optar por sustituir los centros de flores naturales por otros elementos: desde ramas secas coronadas con bisutería o farolillos de vela a flores de papiroflexia u origami… En la imaginación está la clave.
Blancos
Siendo el blanco el rey de la decoración de bodas por motivos obvios, su presencia en el arreglo floral de las mesas no puede pasar desapercibido. Si bien muchas veces las flores blancas acaban mezclándose con otros colores, también se puede optar por colocar exclusivamente flores blancas. Una opción elegante y armoniosa.
Aires femeninos
Si el blanco monocromo le resulta demasiado soso pero tampoco le van los colores vivos y quiere darle a sus centros de mesa un toque shabby chic, opte por flores de tonos pastel: con amarillos suaves, verde menta, rosa palo, o malvas claros conseguirá un efecto femenino y armonioso que invita a la conversación.
Fucsias
¿Que prefiere sin duda el color? El rosa intenso y los fucsias pueden convertirse en sus aliados, ya que existen muchos tipos de flores en ese color. Buganvillas, orquídeas, rosas o violetas harán las delicias de su mesa.
Morados y violetas
Si le van los tonos vivos pero quiere contentar también al público masculino, opte por los violetas y morados en lugar de los fucsias: elegantes e intensos, aportarán ese punto de color que necesita para todos los gustos.
Colores complementarios
Si prefiere mezclar colores, hágalo con moderación, pues no hay que olvidar que se trata de una celebración con muchos invitados. Las mezclas más adecuadas: los rosas y amarillos, colores que se complementan a la perfección para darle un tono mixto a su mesa sin desentonar.
Colores poco usuales
¿Qué quiere destacar? Opte por colores vivos en sus mesas y no pasarán desapercibidos. Azules, rojos y naranjas son menos habituales y aportarán un toque diferente. Y si no los encuentra en flores, empléelos en plumas o manteles para darle el toque.
Mezcla de color
¿Le van las mezclas? Si quiere una boda alegre con un toque informal, combine varios colores vivos entre sí y dele vitalidad a sus mesas.
Más plantas que flores
Una opción igualmente elegante es darle un mayor protagonismo a las hojas que a la flor, a los tallos que a los pétalos, opte por las plantas… Centre su mesa en estos elementos y verá qué bonito queda el resultado.
¿Más inspiración?
Dorados, amarillos, malvas… Por si aún le quedan ganas de seguir mirando fotos, le mostramos una colección de algunos centros de mesa especiales para la decoración de bodas. ¡Feliz celebración!
Vía: Decofilia
No hay comentarios:
Publicar un comentario