Antes de reformar la vivienda, un vestíbulo de acceso y un pasillo muy oscuros daban acceso a una secuencia de pequeñas estancias.
El objetivo principal del proyecto es aportar luz natural al acceso de la vivienda y al pasillo y acercar el espacio de la cocina al salón.
La cocina se convierte en un espacio de carácter social vinculado a la entrada de la casa, extendiendo su uso más allá del mero hecho de cocinar y comer. El proyecto favorece un espacio doméstico de relación al vincular visual y programáticamente vestíbulo y cocina.
La cocina se convierte en un espacio de carácter social vinculado a la entrada de la casa, extendiendo su uso más allá del mero hecho de cocinar y comer. El proyecto favorece un espacio doméstico de relación al vincular visual y programáticamente vestíbulo y cocina.
Un dormitorio orientado a 45 grados respecto al resto de estancias introduce una nueva dirección en el uso de la vivienda, articulando vestíbulo y cocina. Este movimiento queda reflejado en su uso, en la disposición de pavimentos y en el tratamiento de los planos verticales.
El alicatado cerámico de la cocina se despliega hasta la zona de entrada, definiendo un espacio “entre dos” usos, “entre dos” materialidades, llevando la luz natural hasta la puerta de acceso de la vivienda. Este material se utiliza también en los baños, con variaciones en el color de sus juntas: gris en vestíbulo y cocina, rojo y azul en baños.
La luz natural del patio se introduce hacia el pasillo a través de huecos longitudinales realizados en la parte superior de los tabiques, cuyos detalles de carpintería de contrachapado son objeto de una atención especial, visibilizando el montaje de los elementos que la conforman, definiendo las transiciones entre materiales y planos a través de la graduación de sombras y espesores.
Para más información visiten: PYO Arquitectos
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