La Casa por el Tejado es un estudio de arquitectura, fundado por el arquitecto Joan Artés, especializado en la construcción de viviendas en edificios del centro de ciudades que no se construyeron en su altura máxima permitida. Una de estas sobreelevaciones, ubicada en un edificio del corazón del Eixample barcelonés, se convirtió en su sede a finales del pasado año.
El nuevo despacho ocupa dos pisos: la cuarta planta que, originalmente, era la última y el nuevo ático, que se construyó sobre la antigua cubierta con módulos industrializados. Esta actuación ha permitido elevar el edificio en una planta (unos tres metros y medio más que la situación preexistente). Además, en la azotea, disfruta de una espectacular terraza-jardín.
El piso inferior cuenta con una superficie de 2016 m2 y acoge la recepción, área técnica, área comercial y espacios formales e informales de reunión. El nivel superior tiene una superficie de 186 m2 y alberga la dirección, los espacios para asesores externos, el área administrativa, un aula convertible en dos espacios y una terraza de 20 m2, que da a un pasaje insólito de viviendas en el interior de manzana, el Passatge de Permanyer.
En la azotea, la terraza-jardín se convierte en un punto de encuentro y relajación de la empresa pero también en un excepcional espacio para celebrar eventos y actos. Su diseño ofrece distintos espacios de reunión y ocio definidos por diversas variedades de plantas frutales y ornamentales, así como por pavimentos y revestimientos de lamas de madera.
Las diferentes épocas de construcción de cada una de los pisos se refleja en sus interiores: la planta rehabilitada conserva los forjados y muros del edificio centenario, parte de los cuales han sido restaurados y dejados a la vista, para poder apreciar cómo se construía entonces. En esta parte del estudio, llaman la atención los bautizados como “confesionarios”, unos espacios individuales de trabajo para la concentración y el diálogo telefónico que son, en realidad, unos muebles “habitables”. Explican desde el despacho que, aunque inicialmente se inspiraban en las tradicionales cabinas telefónicas inglesas rojas, su disposición (empleando un poco la imaginación) también recuerda los típicos sitios de confesión de algunas iglesias.
Por el contrario, la nueva planta presenta una organización de espacios más diáfana, con más continuidad entre ellos, gracias a que su estructura ligera de perfiles de acero hace posible prescindir de divisiones portantes. Esto facilita la disposición de ventanas correderas en la fachada, que permiten tener una visión panorámica de los edificios de la calle Roger de Llúria así como de las casas y jardines del Passatge de Permanyer. Y, en el interior, de grandes puertas, que hacen posible conectar el aula y la terraza con pasos de grandes dimensiones y fluidez.
Para más información visiten: La Casa por el Tejado
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