La silla 699 Superleggera, diseñada en 1957 por el arquitecto italiano Gio Ponti, se considera una de sus grandes obras maestras, símbolo de equilibrio y perfección gracias a una combinación magistral entre resistencia y ligereza.
Para el diseño de la Superleggera (que traducida del italiano significa “super ligera”), Gio Ponti se inspiró en el modelo tradicional Chiavarine, todo un icono de los artesanos de Liguria (al norte de Italia), de la que el diseñador extrajo sus tres principios clave: simplicidad, estabilidad y ligereza.
Además, por aquél entonces, fruto de la posguerra italiana, se necesitaban piezas de bajo coste de producción y adquisición. De ahí que la economía fuera “la cuarta pata” que Gio Ponti añadió a su diseño.
Para conseguir una pieza de ligereza extrema, la Superleggera fue limada una y otra vez para reducir su peso sin descuidar su estabilidad. El resultado: una silla que pesa menos de dos kilos (1,7 kg para ser exactos) y cuyas patas presentan una sección triangular de tan sólo 18 mm.
De estructura ligera en madera de fresno y asiento de caña de la India, con el tiempo, esta silla se convirtió en uno de los símbolos del diseño industrial del siglo XX y como toda pieza convertida a objeto de culto perdió su carácter económico (cuesta la friolera de 1.500€), aunque sí mantuvo intacto su diseño y modo de producción.
Como curiosidad, cuentan que el Señor Cassina logró sostenerla en equilibrio sobre un dedo, y que Gio Ponti la arrojó desde la ventana de un cuarto piso, prueba de la que salió intacta.
Hoy en día la silla 699 Superleggera sigue siendo producción exclusiva de la firma Cassina quien la distribuye desde sus inicios a mediados de los años 50.
Para más información visiten: Cassina
Vía: Decofilia
No hay comentarios:
Publicar un comentario