Una espectacular pared de chapa de madera recorre los 19 m lineales de esta vivienda, ubicada en la capital rusa, convirtiéndose en la principal protagonista del espacio. El autor del proyecto es el estudio moscovita M17 quien concibió y trazó unos interiores muy particulares para un cliente interesado por el budismo zen y la arquitectura tradicional japonesa.
El punto de partida fue transportar al interior el paisaje natural y mantener el espacio abierto sin comprometer la funcionalidad. Para ello se diseñó la pared de chapa de madera natural con sus paneles trapezoidales (no triangulares), que representan la rugosidad de la piedra natural, como si fuera un fragmento de montaña. La madera se combina con el hormigón del techo original y el nuevo de algunas paredes, por considerlo un material idóneo como fondo.
A pesar de su aparente sencillez, cinco veces fue necesario cambiar la forma de la pared debido a las instalaciones que pasan por su interior. Cambios que provocaron que el proyecto se prolongara a lo largo de dos años. Además de esconder los conductos de aire acondicionado, el muro enmascara las zonas de servicio, la cocina y la puerta de entrada pivotante. Con sus 2 m de ancho está provista de un mecanismo de retorno que la mantiene en su posición original. La decorativa pared también alberga varios nichos verticales con suave luz ambiental que, durante la noche, enfatizan su forma.
Punto emocional del apartamento es un jardín de estilo zen que se ubica en el centro de la vivienda, presidiendo el distribuidor que conduce al dormitorio principal, el baño y la habitación para la ceremonia del té. Esta estancia está separada de la sala de estar por unos gruesos paneles blancos correderos que varían en anchura. Los paneles pueden ofrecer diferentes composiciones hasta cerrar completamente la habitación japonesa para convertirla en una sala de meditación.
Junto a ella y comunicada por una ventana de cristal transparente se encuentra la bañera. Gracias a esto, la persona que está tomando un baño puede ver también la gran ventana de la fachada exterior y disfrutar de impresionantes vistas de la ciudad de Moscú.
Las puertas y las paredes de madera de estas tres habitaciones siguen un mismo patrón decorativo y, además, en las de la zona de la bañera se ha integrado la iluminación cuya intensidad puede controlarse abriendo y cerrando unos marcos.
Entre la cocina y el dormitorio, donde antes había una tronera, se ha creado una original estantería con doble acceso que, al mismo tiempo, resuelve el problema de la insonorización permitiendo el paso parcial de la luz con cristales en el fondo de los nichos superiores. Estos nichos se convierten en la ventana de la habitación que conecta visualmente con la sala de estar.
Para más información visiten: M17 Architects
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