Les compartimos la reforma integral de una vivienda de comienzos del siglo XX que ha sido modernizada pero sin perder la esencia y la belleza de su pasado. Llama la atención la recuperación de la fachada principal, que se igualó con sus semejantes de la manzana, a la vez que se mantuvo la lectura de la tipología constructiva a base de tres crujías soportadas por muros de carga, para cumplir así con lo establecido en el catálogo de patrimonio arquitectónico de la ciudad.
Se moderniza el interior
A su vez, se moderniza el interior sin dejar perder las características espaciales del edificio original: techos muy altos, escalera situada en la crujía intermedia. Todo ello aportando nuevos revestimientos y pavimentos y una distribución adecuada a los promotores. Al situar la cocina en la parte delantera de la planta baja, se libera la parte media y posterior del edificio, que se abre a un patio a través de un gran ventanal, gracias a la realización de dos grandes apeos. A nivel de la azotea, en el cerramiento de la escalera, se realiza otro gran ventanal y un lucernario en la zona de baño, para que el edificio en su parte más oscura pueda recibir luz y ventilación permanentemente.
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Vía: habitissimo
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