Entre los muchos estilos de decoración que triunfan en la actualidad, hay uno que se está abriendo paso poco a poco y que cada vez atrae a más amantes del interiorismo. Se trata del estilo belga, una corriente que se basa en la naturalidad, en la elegancia de los ambientes y en la capacidad para combinar en un mismo espacio lo antiguo y lo moderno. Hoy repasamos con usted las claves esenciales del estilo belga.
Si es de los que pierden la cabeza por los ambientes rústicos (eso sí, rústicos y modernos a la vez) y lo suyo son los espacios con un toque shabby chic, entonces seguro que le encantará el estilo belga en la decoración. Es una de las últimas tendencias decorativas que está triunfando hoy, quizás por su naturalidad y por la versatilidad de sus ambientes, nada recargados a pesar del punto elegante que tienen.
Hoy queremos poner de manifiesto cuáles son las claves decorativas más importantes del estilo belga, por si le apetece incorporarlo a alguno de sus ambientes. Tome nota.
Es, quizá, la característica más importante del estilo belga en decoración: la combinación entre elementos tradicionales y otros modernos y actuales. Esta clave es compartida por otros estilos decorativos, como el shabby chic o el nuevo estilo rústico, aunque hay diferencias que distinguen al estilo belga de todos los demás.
Para empezar, el estilo belga busca siempre un equilibrio elegante sin llegar a caer en la formalidad que tiene lo clásico. Se trata de no perder nunca la naturalidad, a pesar de que los ambientes son en ocasiones realmente elegantes. Este es un rasgo que diferencia el estilo belga del shabby chic, aunque hay otros muchos que sí comparten.
2. La madera, un elemento protagonista
Los ambientes decorados al estilo belga son muy naturales, a pesar de ese punto señorial o clásico que puedan tener. En ellos la madera está siempre presente. Más que eso. Suele ser uno de los materiales que protagonizan el espacio.
Así, es normal ver ambientes decorados al estilo belga con suelos de madera y zócalos o frisos de este material en las paredes. También las vigas de madera en el techo o los muebles de madera están a la orden del día. Eso sí, la madera suele mostrar un acabado mate, sin brillo. El estilo belga no es amigo de las superficies pulidas y brillantes, sino que aboga por acabados un tanto rústicos.
Así, es normal ver ambientes decorados al estilo belga con suelos de madera y zócalos o frisos de este material en las paredes. También las vigas de madera en el techo o los muebles de madera están a la orden del día. Eso sí, la madera suele mostrar un acabado mate, sin brillo. El estilo belga no es amigo de las superficies pulidas y brillantes, sino que aboga por acabados un tanto rústicos.
Las decoraciones de estilo belga, desde un punto de vista cromático, tienen como particularidad la escasez y sobriedad de colorido. Se eligen para los ambientes tonos neutros, suaves, sin apenas contrastes (a excepción del que se consigue incorporando algunos detalles en negro sobre un fondo blanco).
Triunfa el blanco, los tonos crudos, los grises y marrones claros… Estos son los colores que dominan en los ambientes de estilo belga. Como verá, se trata de tonos muy neutros y moderados. Estos espacios no cuentan con golpes de color en tonos cálidos e intensos que suban la temperatura de los ambientes.
Por eso, la textura de los materiales y superficies resulta tan importante. Madera en bruto, textiles un tanto bastos, etc.
Triunfa el blanco, los tonos crudos, los grises y marrones claros… Estos son los colores que dominan en los ambientes de estilo belga. Como verá, se trata de tonos muy neutros y moderados. Estos espacios no cuentan con golpes de color en tonos cálidos e intensos que suban la temperatura de los ambientes.
Por eso, la textura de los materiales y superficies resulta tan importante. Madera en bruto, textiles un tanto bastos, etc.
4. Textiles elegantes, pero ante todo naturales
El tejido estrella que triunfa en las decoraciones de estilo belga es, sin duda, el lino. Es un material natural, que a pesar de lo bien que queda en las casas rústicas, posee una elegancia propia que lo hace perfecto para estos ambientes. No puede faltar.
Se usa para las cortinas, siempre muy ligeras para que no entorpezcan la entrada de luz solar, para las tapicerías y, como curiosidad, para confeccionar fundas para sillas y sillones, algo realmente frecuente en el estilo belga.
Se usa para las cortinas, siempre muy ligeras para que no entorpezcan la entrada de luz solar, para las tapicerías y, como curiosidad, para confeccionar fundas para sillas y sillones, algo realmente frecuente en el estilo belga.
5. Muebles versátiles de diferentes estilos
Como ya hemos comentado al inicio del artículo, una de las características del estilo belga es la combinación tan especial que hace entre las piezas tradicionales y las de corte actual. Y este equilibrio entre lo antiguo y lo moderno está muy presente a la hora de elegir los muebles para la casa.
La belleza de los muebles antiguos se complementa con la sencillez de los muebles modernos, que resultan también funcionales y prácticos. El resultado son ambientes atractivos, con un aire especial y elegante (a pesar del uso de materiales un tanto rústicos) nada aburrido.
Cómo puede hacer suyo el estilo belga
A la hora de poner en práctica las claves que le he contado para crear ambientes al más puro estilo belga, lo mejor es empezar por crear una base neutra sobre la que ir incluyendo elementos que definan el espacio y lo doten de personalidad.
Para crear esta base neutra apueste por suelos de madera y paredes de tonos claros, por tejidos de lino y muebles sencillos actuales que se combinan con piezas antiguas. Sobre este telón de fondo puede ir incorporando lámparas grandes (triunfan las de cristal) y obras de arte contemporáneo (serán el contrapunto perfecto en estos interiores).
Vía: decoración 2.0
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