La jóven arquitecta francésa Charlotte Biltgen acaba de crear el íntimo, puro y auténtico Clover, un nuevo local en París para el chef, con estrellas Michelin, Jean-François Piège. El restaurante es el epítome de la cocina sencilla: 50 m2 que abarcan 20 cubiertos, así como un piano para el cocinero y sus ayudantes. Es, en el sentido más literal, un comedor.
Trébol para la buena suerte y la felicidad, Charlotte Biltgen, Jean-François Piège y su esposa Elodie buscaron objetos en las Puces de St Ouen y en tiendas bric-a-brac de Bruselas. Una serie de lámparas de pared Radiohuset esféricas (1931) del arquitecto danés Vilhem Lauritzen, parte de la colorida vajilla o las patas de la mesa… por tanto, experimentaron una historia decorativa antes de familiarizarse con Clover.
Asimismo para el parquet, tomaron de los vagones de mercancías de la SNCF antes de ser reacondicionados para más de un viaje gastronómico. El suelo desigual y macizo dibuja sutilmente la mirada a las paredes que también demuestran un ojo para el detalle y la disparidad entre las referencias favoritas de la joven diseñadora de interiores.
Agrietado después de la cocción – lo que podría ser lo más conveniente para un ambiente culinario, raku cubre las paredes con una capa de cerámica apergaminada. Esta terracota japonesa inicialmente destinada a la vajilla y accesorios para el hogar ha encontrado nuevo personaje como azulejo bien formado por el calor. Las grietas logradas a través de la calefacción son el motivo. Un motivo aleatorio y maravilloso que Charlotte Biltgen ideó en su estudio durante cuatro días para que los azulejos se complementen entre sí. La atención al detalle en medidas extremas …
Cerámica cruda entrelazada que la arquitecta decidió definir con un friso de piedras, los azulejos de tejas estadounidenses que se utilizan para cubrir casas, como material para exteriores que barre una capa vegetal con escamas. La madera maciza se evidencia una vez más, con las sillas de mimbre y la decoración de la mesa que comprende ramas naturales para flanquear las delicadas vajillas a medida y los jarrones suecos como una pequeña calabaza de cerámica.
La nevera enorme frente a los clientes o invitados, muestra los productos frescos todos los días, mientras que dos armarios a medida acomodan la vajilla, cubertería y accesorios. Inspirado por azulejos portugueses, están cubiertas de azulejos deliberadamente insaturados. “El color en el plato, no queríamos que la puesta restara valor al principio: la cocina auténtica de Jean-François Piège concebida por este sencillo, acogedor y hogareño lugar de comer“, resume Charlotte Biltgen.
Para más información visiten: Charlotte Biltgen
Vía: Infurma
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