Hace ya casi 110 años que la familia Haidacher se dedica a la carpintería cerca de la localidad de Perca, en el noreste de Italia. Su pequeño taller, un espacio de tan sólo 40 m2, ha permanecido lleno de cachivaches hasta el techo hasta que un buen día Jochen Haidacher, maestro carpintero, tuvo la idea de convertir el modesto lugar en “La cocina de Haidacher”.
El encargado de realizar la transformación, el arquitecto Lukas Mayr, explica que el proyecto versa sobre “la cocina como espacio, sobre las necesidades reales y sobre la atmósfera” y el taller debía integrarse en ese concepto.
Desde el punto del vista del diseño, el criterio adoptado fue el de un cierto minimalismo y austeridad: el techo original fue eliminado para dejar el espacio limpio y todas las paredes, los suelos y el techo se revistieron con resina epoxi negra. La luz, al ser absorbida por estos elementos, ofrece una atmósfera que se transforma en algo casi sagrado.
Ubicado en un lugar al que visitantes y clientes potenciales sólo pueden llegar en coche, la edificación está totalmente integrada en la naturaleza que lo rodea y oculta celosamente el carismático espacio interior. Desde el exterior, sólo las modernas contraventanas y la puerta en acero negro, que aparecen abiertas cuando Jochen Haidacher está allí, o el gran acristalamiento triangular que corona la fachada delantera hacen pensar que dentro hay algo especial.
Espacialmente, Mayr integró las aberturas existentes de una manera orgánica: todo se ve como si hubiera sido hecho a medida para su función. El punto central del showroom es una gran isla de cocina, una obra monolítca hecha de madera de cerezo nativo y un tipo especial de acero inoxidable sobre la que recaen las cuestiones inicialmente planteadas.
Para más información visiten: Haidacher, Lukas Mayr
No hay comentarios:
Publicar un comentario