Casa Alejandra es el nombre de esta vivienda que se ha construido sobre los restos de una antigua fábrica de mantas de un pueblo de Segovia. En la reforma se ha realzado su estructura, se han limpiado y mostrado sus maravillosas paredes de piedra y se ha respetado la majestuosidad de su amplitud para convertir el espacio en un lugar confortable en el que vivir.
La madera y la piedra tienen un gran protagonismo en toda la vivienda. La piedra principalmente en el suelo y en las paredes, la madera en las columnas y en las vigas de los techos, muchas de ellas totalmente renovadas, pero siempre respetando la forma y el estilo original del edificio.
La elección de mobiliario para una vivienda de estas características es complicada en todas las estancias pero en particular lo es en la cocina. En este caso la cocina ha sido realizada por la empresa Ceisa Segovia con electrodomésticos de Neff, AEG y Siemens. Dentro de una estructura tan singular acertar en el estilo de los muebles es fundamental. Después de barajar las posibles opciones, finalmente se optó por un estilo contemporáneo de líneas muy simples que contrasta con la fuerza de paredes y techos.
La zona de preparación se ha dividido en dos islas, una dedicada a la cocción y otra al lavado y preparación de alimentos. De esta manera el trabajo fluye y varias personas pueden trabajar al mismo tiempo con comodidad. La zona de columnas integra los electrodomésticos y una zona de despensa adicional. Las puertas de los muebles son de una sola pieza, muy funcionales y con una estética muy pura y limpia.
Las encimeras de acero tienen un marcado carácter profesional y son perfectas para una cocina que está pensada para los amantes de la gastronomía que disfrutan cocinando. En la búsqueda de la simplicidad y de la limpieza estética se eliminan los elementos innecesarios, como los tiradores de las puertas, por ejemplo.
El color blanco de los frontales de los muebles contrasta con la oscuridad de la piedra y la naturalidad de la madera, pero entre los tres tonos se consigue un buen equilibrio estético. La piedra aporta majestuosidad, el blanco refleja la luz del espacio y la madera hace que resulte más amigable y cálido, materiales y colores diferentes que se complementan.
El espacio en el que se ubica la cocina es abierto como podemos ver en las imágenes de este artículo. Las escaleras para acceder a la planta superior de la vivienda actúan, en cierto modo, como separadoras de espacio en este piso en el que se encuentran los espacios comunes. Hay sitio para todo, para cocinar, para comer, para descansar o para trabajar, cualquier actividad puede encontrar un lugar en un espacio tan amplio como este.
En la misma planta que está la cocina también se encuentra la sala de estar. Para la sala de estar la elección de colores es radicalmente diferente que la de la cocina, aquí se ha optado por los tonos oscuros que en vez de contrastar con la piedra casi se camuflan con ella. Solo algunos toques en tonos intensos como el rojo, destacan sobre el fondo gris.
La luz natural tiene gran importancia en el conjunto de esta vivienda, la piedra es oscura, pero la ausencia de tabiques y las barandillas de cristal en las escaleras ayudan a que la luz natural que entra por las ventanas y por la parte superior, circule con libertad y se refleje en toda la casa.
Vía: Decoesfera
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