Podemos decir que el estilo shabby chic es un estilo bastante ecléctico en el sentido en que nos permite combinar elementos más modernos con otros antiguos sin que se pierda parte de su espíritu original. Estas combinaciones, de hecho, marcan todo el carácter del shabby, una tendencia nacida al calor de las grandes casas de campo inglesas de forma intuitiva, adaptándose un poco a las necesidades decorativas y al gusto de los propietarios de estas casitas con tanto encanto.
Otro factor que determina este estilo es el predominio de colores pastel, las telas voluptuosas y la presencia constante de flores, ya sea como parte integrante de los diseños o repartidas en múltiples jarrones. Telas y muebles antiguos forman así parte del escenario de una expresión que se tiende a enmarcar en el mercado femenino por sus volúmenes y sus diseños en rosa, pero que no es exclusivo de éste, pues, como siempre, se puede adaptar al gusto de cada cual.
El estilo shabby tiene muchas similitudes con el vintage, por el uso del mobiliario antiguo y una tendencia innata hacia las perspectivas más retro, tal y como queda patente en muchas de las imágenes que acompañan a este post.
También tiene mucho que ver con el encanto rústico de las casas de campo y granjas, si bien trasciende un poco la aparente tosquedad del rústico para revelarse como un estilo lleno de detalles sutiles y delicadas líneas.
En una de las imágenes podemos ver un ejemplo de cocina shabby con elementos modernos, mientras en la siguiente imagen el shabby resultaría más puro.
En el dormitorio, ya lo vemos, es quizá donde el shabby chic campa a sus anchas y brilla con toda la fuerza de su propuesta: no faltan los volantes, las telas sedosas, las superficies en tonos pastel y unos muebles-reliquias llenos de relieves y recovecos.
Vía: Guía para decorar
Otro factor que determina este estilo es el predominio de colores pastel, las telas voluptuosas y la presencia constante de flores, ya sea como parte integrante de los diseños o repartidas en múltiples jarrones. Telas y muebles antiguos forman así parte del escenario de una expresión que se tiende a enmarcar en el mercado femenino por sus volúmenes y sus diseños en rosa, pero que no es exclusivo de éste, pues, como siempre, se puede adaptar al gusto de cada cual.
El estilo shabby tiene muchas similitudes con el vintage, por el uso del mobiliario antiguo y una tendencia innata hacia las perspectivas más retro, tal y como queda patente en muchas de las imágenes que acompañan a este post.
También tiene mucho que ver con el encanto rústico de las casas de campo y granjas, si bien trasciende un poco la aparente tosquedad del rústico para revelarse como un estilo lleno de detalles sutiles y delicadas líneas.
En una de las imágenes podemos ver un ejemplo de cocina shabby con elementos modernos, mientras en la siguiente imagen el shabby resultaría más puro.
En el dormitorio, ya lo vemos, es quizá donde el shabby chic campa a sus anchas y brilla con toda la fuerza de su propuesta: no faltan los volantes, las telas sedosas, las superficies en tonos pastel y unos muebles-reliquias llenos de relieves y recovecos.
Vía: Guía para decorar
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