El blanco es el gran protagonista en el interior de este apartamento moderno. El esquema monocromático en tonos neutros se ve interrumpido cuando aparecen alegremente colores vivos en accesorios y algunos muebles, consiguiendo una ambientación delicada y equilibrada.
Se trata de una vivienda espaciosa, un piso con una importante cantidad de ventanas, y que gracias a la luz que por ellas ingresa, se convierte en una morada luminosa, saludable y cómoda.
Las ventanas que recorren la casa también le regalan unas apetecibles vistas de la ciudad. Las vistas, la luz natural, un espacio diáfano, son elementos que enriquecen a este piso, para el que se ha escogido una decoración actual y sobria.
Columnas, techos con inclinación, escaleras, dibujan luces y sombras y acompañan cada ambiente, además se aprovechan al máximo como recurso para crear distintos sectores o simplemente para incrementar la belleza del interiorismo de este piso.
El blanco puro es el factor común que viste casi todo: el suelo, paredes y techos, está presente en los muebles y mientras que algunos accesorios junto a atractivas obras de arte suman pinceladas que estallan en intensos colores. Esos objetos imprimen un sello personal y rompen con la frialdad del blanco.
Los muebles lacados, con sus brillantes superficies y diseños de líneas simples y puras, completan la ambientación armoniosa y contemporánea del apartamento.
Vía: Decoración.IN
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