Aislamiento térmico y acústico con paneles de fibra de madera

En los últimos tiempos dada la situación de crisis en la que nos encontramos, y con el fin de optimizar la utilización de las materias primas y sus residuos, están apareciendo nuevos materiales reciclados como los tableros de fibras.

La fibra de madera es un producto procedente de los residuos generados por aserraderos y otras industrias de la madera. Mediante la aplicación de colas y la presión con prensas en caliente, u otros métodos a base de mezclado con agua y conversión en pasta, se obtiene un tablero con cierta resistencia mecánica que se utiliza principalmente como aislamiento térmico y acústico en edificios de nueva planta, rehabilitación o de reforma.

El producto resultante, al que se le pueden proporcionar (añadiéndole sustancias químicas o emulsiones de betunes), propiedades especiales tales como resistencia al fuego, insectos o a la humedad, es además ligero y manejable y se puede cortar fácilmente con una sierra de mano, facilitando su puesta en obra fácil y cómoda.

Algunos aspectos interesantes para obras de reforma y rehabilitación.

• En densidades bajas tienen buena resistencia térmica y acústica.
• Permiten la difusión del vapor de agua, evitando condensaciones en las paredes producidas por aislamientos totalmente impermeables como el poliuretano y otros sintéticos. Además ayudan a regular la humedad ambiente, absorbiendo cierta cantidad de agua y expulsándola después.
• Capacidad de almacenar el calor (Alto Calor específico), regula los cambios de temperatura haciéndolos más suaves y progresivos. Lo retienen durante el día y lo transmiten durante la noche.
• Se cortan e instalan muy fácil y rápidamente, pudiéndose adaptar a cualquier hueco. Se comportan muy bien en obras de reforma y rehabilitación de edificios con estructura de madera.
• Es un material reciclado con lo que ello supone de compromiso con el medio ambiente. En su fabricación no se consume gran cantidad de energía como en los productos obtenidos de derivados del petróleo.
• Con un tratamiento adecuado, son resistentes al moho y a los parásitos.
• Tableros con densidades altas pueden soportar cargas importantes a compresión, lo que los hace muy adecuados para colocarlos bajo suelos o en otros lugares en los que necesitemos capacidad mecánica.

Inconvenientes

• Menor coeficiente térmico que los aislamientos sintéticos, lo que supone mayores espesores para el mismo confort. En algunos casos de reforma este aspecto puede ser muy importante por restar espacio en los interiores de la vivienda.
• Con densidades bajas pueden hincharse por la acción de la humedad, lo que las inhabilita para su colocación por el exterior.

Vía: Presupueston