Son muchos los sistemas de calefacción que el mercado nos ofrece pero no todos ellos son aptos para satisfacer nuestras necesidades de climatización; si hacemos memoria, los primeros calefactores eran a base de queroseno y, aunque no se consideraban del todo eficientes, podían convertir a nuestro invierno en una estación más amena.
Como todo elemento material de nuestro planeta, los sistemas de calefacción evolucionaron, lo hicieron de tal forma que actualmente no nos brinda una única función; este es el caso de los sistemas de calefacción por aire.
Cuando hacemos referencia a este modo de climatización podemos hablar de dos tipologías básicas: los sistemas de calefacción por aire acondicionado o los caloventores; poseen la misma función pero al mismo tiempo cuentan con varias diferencias.
Caloventores y aire acondicionado
Podemos decir que un caloventor es un pequeño artefacto o electrodoméstico destinado a proporcionar aire caliente, ustedes rápidamente asociarán esta aplicación con la de una consola de aire acondicionado de “frío-calor”, pero aunque el trabajo que realiza es similar, no es exactamente idéntico. La fuerza de un caloventor no se mide por calorías como sí se hace con un sistema de calefacción por aire, los primeros son pequeños y generalmente están destinados a pequeñas dependencias ya que no fueron diseñados para climatizar grandes ambientes. Este artefacto funciona a base de energía eléctrica pero no es un gran consumidor de la misma, su gran ventaja radica en que luego de estar prendido por un largo período, puede apagarse y el aire caliente se mantendrá dentro de la dependencia.
Una consola de aire acondicionado no es un simple sistema de calefacción por aire o de refrigeración, su costo es mucho más elevado que el de un caloventor debido a sus variadas funciones; entre ellas la más popular es la deshumidificación, manteniendo así el aire del ambiente potable y liviano, algo que no puede lograrse con un radiador o caldera. El proceso de tratamiento que realiza un sistema de calefacción por aire es más que complejo, permite modificar ciertas características del mismo, principalmente la temperatura y la humedad, pero también permite regular su pureza y movimiento aunque suene extraño. Los equipos actuales tienen como función controlar las moléculas de aire para así poder bajar o subir la temperatura de éste generando así ambientes cálidos; los sistemas más modernos incluyen la función de “redirigir” la cual se encarga de distribuir el aire de forma homogénea por toda la casa, evitamos de esta forma las desagradables corrientes.
Tipos de climatizadores por aire
No existe un único sistema de calefacción por aire y esto es más que lógico ya que no todos los seres humanos habitamos en las mismas viviendas ni tenemos las mismas necesidades; los sistemas más comercializados actualmente son los splits, incluso por encima de los caloventores. Esta opción se ha vuelto la preferida por todos debido a la comodidad que brinda: no sólo contamos con una consola que refrigera en verano, sino que también climatiza en invierno; aunque la inversión inicial puede ser un poco elevada, se amortiza con el correr de los años.
Los sistemas splits están formados por dos unidades: la interna y la externa; la primera es la encargada de absorber el calor del ambiente para luego descargarlo hacia el exterior, mientras que la unidad externa es la que se encarga de convertir ese aire en uno de tipo fresco, limpio y puro. Estos equipos incorporan, lógicamente, una bomba de calor, es ésta la culpable del poder de calefacción que podamos brindar a nuestra casa.
Al científico Lord Kelvin es a quien le debemos los actuales sistemas de calefacción por aire como los de refrigeración, en 1842 descubrió que mediante un circuito frigorífico basado en la absorción se podía utilizar un gas para refrigerar y climatizar un ambiente. Con respecto al tema que a muchos preocupa, el del consumo, aseguramos que las consolas no consumen tanta energía como se asume, además el mercado nos ofrece sistemas de bajo consumo que nos permite ahorrar energía. Los sistemas de bomba de calor suponen ahorro ya que nos permiten prescindir de la calefacción convencional; estos equipos tampoco contaminan, desde 1948 se siguen a raja tablas las normas de fabricación que establecen un cuidado extremo del medioambiente.
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