La calefacción a gas puede definirse como uno de los tipos de calefacción más cómodo, limpio y seguro de entre los sistemas de calefacción que se pueden instalar en una vivienda.
Existen otros muchos sistemas de calefacción :
- Etc.
Sin embargo, las ventajas de la calefacción por gas natural la convierten en el tipo de calefacción más común.
¿Cómo funciona la calefacción de gas natural?
Para poder instalar un sistema de calefacción en una vivienda por gas natural, se necesita una caldera de gas conectada a un sistema de tubos por los que circula el agua.
Repartidos por las distintas habitaciones de la casa, se colocan radiadores, es decir elementos que irradian calor. La diferencia entre un radiador y una estufa, por ejemplo, es que un radiador no genera calor por sí mismo, sino que transmite el calor que le viene dado por el agua caliente. La estufa, en cambio, irradia el calor generado por ella misma.
Una característica importante del la calefacción de gas natural es que los radiadores, al no producir calor en sí mismo, no emanan ni gases ni ninguna otra sustancia, convirtiéndola en una energía limpia y segura.
La caldera de gas, será la encargada de calentar el agua que circulará por el circuito de tuberías y los radiadores irradiarán el calor.
Entonces, en este sistema, cobra vital importancia la caldera de gas que se instale. No todas las calderas de gas son iguales, algunas están destinadas a agua caliente sanitaria, para poder instalar un sistema de calefacción será necesaria una caldera mixta.
Dependiendo de la potencia y el sistema de caldera elegido, podremos conseguir un mayor o menor confort de calefacción en nuestro hogar. A mayor potencia en kw más capacidad calorífica tendrá nuestra caldera y tendremos una calefacción de mayor confort (calentará la estancia más rápido, la temperatura conseguida variará, el caudal de agua por minuto será más alto,...).
Entre las calderas para calefacción, también es muy importante el rendimiento que esta nos pueda ofrecer. Si tenemos un sistema de calefacción con una caldera convencional y lo sustituimos por calderas de condensación, nos permitirá obtener mayor rendimiento calorífico consumiendo alrededor de un 20% o 30% menos de gas natural.
Prácticamente en todas las ciudades de España y en todas las poblaciones de más de 10.000 habitantes, es posible instalar gas natural, la red de gas ha sido ampliada y continúa ampliándose, de manera que facilita un sistema de calefacción al ciudadano limpio y cómodo.
Vía: Calderas de gas
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