La sede de la empresa de ingeniería IDOM tiene más de 14.000 metros cuadrados y se ubica en un antiguo almacén portuario en el canal de Deusto del puerto de Bilbao.
La transformación más significativa ha sido la de la cubierta, antes ocupada por maquinaria pesada y que ahora se ha sustituido por una biblioteca y sala de reuniones.
Precisamente para que esta zona esté más aislada dado que está pensada para el descanso de los trabajadores, ACXT ha ideado una “alfombra” verde con diferentes alturas que simula un prado y a la vez oculta los sistemas de climatización, evitando así una posible contaminación visual y acústica. Para las zonas planas se ha utilizado césped natural, mientras que para los relieves se ha optado por el césped artificial.
En la fachada, la alfombra verde se extiende a modo de lamas de color verde intenso, que se van plegando según las necesidades: balcones, entrada, puntos de acceso en el caso de emergencias.
En el interior del edificio, ocupado por oficinas, espacios de investigación y taller de prototipos, se han conservado elementos ya existentes que se combinan con nuevas propuestas. Los huecos que antes ocupaba la maquinaria se han convertido ahora en una escalera y ascensores acristalados.
Los despachos se han reducido al mínimo, proyectando espacios de trabajo abiertos y plantas diáfanas. Para evitar posibles ruidos, se han utilizado superficies de absorción acústica.
Las grandes vigas existentes de cemento quedan a la vista y se combinan con otras de colores ocre y verde, para aportar dinámica visual a los interiores.
Los elementos de color se complementan con colores más neutros como el del cemento a la vista y otros elementos de mobiliario como el blanco y el negro.
En la planta baja se han eliminado tres pilares para ubicar una sala de eventos de 400 metros cuadrados. Para esta área se ha dispuesto un revestimiento continúo de madera en suelo, pared y techo.
Javier Pérez Uribarri, director de ACXT explica “que el proyecto cuenta con innovadoras medidas de eficiencia energética como grifos y equipos sanitarios de muy bajo consumo; almacenamiento del agua de lluvia en cubierta, bajo el césped natural, para auto riego del jardín; sistema de regulación automática de alumbrado, lamas de protección solar de fachada; paneles fotovoltáicos en la cubierta del torreón y un sistema de climatización por agua para lo que se ha diseñado e instalado unas vigas metálicas de varios colores que integran en un único elemento la climatización y la iluminación: las vigas frías. Con todo ello se prevé que el ahorro energético ronde el 60% del consumo normal de un edificio de este tipo”.
Fotografías: Aitor Ortiz y Jorge Allende
Para más información visiten: ACXT
Vía: diarioDESIGN
La transformación más significativa ha sido la de la cubierta, antes ocupada por maquinaria pesada y que ahora se ha sustituido por una biblioteca y sala de reuniones.
Precisamente para que esta zona esté más aislada dado que está pensada para el descanso de los trabajadores, ACXT ha ideado una “alfombra” verde con diferentes alturas que simula un prado y a la vez oculta los sistemas de climatización, evitando así una posible contaminación visual y acústica. Para las zonas planas se ha utilizado césped natural, mientras que para los relieves se ha optado por el césped artificial.
En la fachada, la alfombra verde se extiende a modo de lamas de color verde intenso, que se van plegando según las necesidades: balcones, entrada, puntos de acceso en el caso de emergencias.
En el interior del edificio, ocupado por oficinas, espacios de investigación y taller de prototipos, se han conservado elementos ya existentes que se combinan con nuevas propuestas. Los huecos que antes ocupaba la maquinaria se han convertido ahora en una escalera y ascensores acristalados.
Los despachos se han reducido al mínimo, proyectando espacios de trabajo abiertos y plantas diáfanas. Para evitar posibles ruidos, se han utilizado superficies de absorción acústica.
Las grandes vigas existentes de cemento quedan a la vista y se combinan con otras de colores ocre y verde, para aportar dinámica visual a los interiores.
Los elementos de color se complementan con colores más neutros como el del cemento a la vista y otros elementos de mobiliario como el blanco y el negro.
En la planta baja se han eliminado tres pilares para ubicar una sala de eventos de 400 metros cuadrados. Para esta área se ha dispuesto un revestimiento continúo de madera en suelo, pared y techo.
Javier Pérez Uribarri, director de ACXT explica “que el proyecto cuenta con innovadoras medidas de eficiencia energética como grifos y equipos sanitarios de muy bajo consumo; almacenamiento del agua de lluvia en cubierta, bajo el césped natural, para auto riego del jardín; sistema de regulación automática de alumbrado, lamas de protección solar de fachada; paneles fotovoltáicos en la cubierta del torreón y un sistema de climatización por agua para lo que se ha diseñado e instalado unas vigas metálicas de varios colores que integran en un único elemento la climatización y la iluminación: las vigas frías. Con todo ello se prevé que el ahorro energético ronde el 60% del consumo normal de un edificio de este tipo”.
Fotografías: Aitor Ortiz y Jorge Allende
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