El proyecto nace en el 2006, cuando un director de cine de Singapur y un ex músico del sur de China deciden abrir un bar en Shangai con un muy bajo presupuesto y un calendario apretado.
La idea parecía compleja pero en realidad era muy simple y nació naturalmente del ambiente del modelado 3D donde los arquitectos disfrutan trabajando con volúmenes y espacios virtuales.
Para generar un efecto parecido a la piel de la cebra, se subdivide el espacio en cientos de láminas que generan un atractivo juego de sombras, otorgando una forma real a infinitas secciones de un volumen que surgen de un fluido Rhino.
Generalmente, para realizar este tipo de diseños, se entrega el modelo a una fábrica y, gracias a las máquinas de control numérico, se cortan fácilmente las secciones, que son diferentes una de la otra.
Sin embargo, en China el trabajo de las máquinas es reemplazado por el trabajo mal pagado de los trabajadores quienes, usando un proyector, ubican cada sección en las placas y cortan cada una de ellas de forma manual, teniendo un costo monetario muchísimo menor.
La construcción fue increíblemente rápida y casi terminada en un par de meses. Sin embargo, por parte de planes de negocio del cliente, tuvo que cerrarse por 3 años y finalmente fue completado y abierto en 2010.
El cliente aprobó de inmediato uno de los primeros conceptos que se le propusieron: un espacio caverna formado por la sustracción digital de cientos de láminas de un objeto amórfico.
La idea parecía compleja pero en realidad era muy simple y nació naturalmente del ambiente del modelado 3D donde los arquitectos disfrutan trabajando con volúmenes y espacios virtuales.
Para generar un efecto parecido a la piel de la cebra, se subdivide el espacio en cientos de láminas que generan un atractivo juego de sombras, otorgando una forma real a infinitas secciones de un volumen que surgen de un fluido Rhino.
Generalmente, para realizar este tipo de diseños, se entrega el modelo a una fábrica y, gracias a las máquinas de control numérico, se cortan fácilmente las secciones, que son diferentes una de la otra.
Sin embargo, en China el trabajo de las máquinas es reemplazado por el trabajo mal pagado de los trabajadores quienes, usando un proyector, ubican cada sección en las placas y cortan cada una de ellas de forma manual, teniendo un costo monetario muchísimo menor.
La construcción fue increíblemente rápida y casi terminada en un par de meses. Sin embargo, por parte de planes de negocio del cliente, tuvo que cerrarse por 3 años y finalmente fue completado y abierto en 2010.
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