
La firma italiana Cassina adquirió en 1964 los derechos de reproducción de sus piezas y las fabrica desde entonces respetando escrupulosamente el diseño original.
Tanto el sofá como la butaca sorprenden por la audacia de eliminar el respaldo y permitir una sentada cómoda y poco convencional. Están basados en estudios antropométricos realizados por el propio Le Corbusier. La modernidad inagotable de estas piezas las ha convertido probablemente en las más incombustibles y emblemáticas del diseño del siglo XX. Una LC2 es capaz de caracterizar por sí sola un espacio.
Para más información visiten: Cassina
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