martes, 10 de enero de 2017

Sleep’n Atocha: de hostal al hotel más boho de Madrid.

Un antiguo hostal madrileño de 1950 reconvertido en paraíso para viajeros, millennials y trotamundos enamorados del buen diseño; se trata de Sleep’n Atocha. Ofrece una localización inmejorable, ya que se halla en el corazón del Triángulo del Arte madrileño, que conjuga con diseño innovador, buenos acabados y confortabilidad, a un precio muy competitivo.
La renovación del establecimiento partió del edificio donde se ubicaba el antiguo hostal, inaugurado en 1950 sin haber acometido ninguna reforma desde entonces. El equipo de Mariana de Delás, junto con los aparejadores de ArquiT, se encontró con un edificio de distribución laberíntica, estructura en mal estado e instalaciones obsoletas, a partir del cual concibieron un lugar nuevo donde el confort y la modernidad pudieran unirse a favor de la optimización del espacio.
Se buscó reorganizar el antiguo hostal para dotar a cada habitación de un cuarto de baño, y zonas de estar en los pasillos para desahogar los recorridos de cada planta, así como incluir un determinado número de habitaciones adaptadas para clientes con movilidad reducida. Además, se rehicieron todas las instalaciones técnicas, con el objetivo de garantizar el confort de los usuarios y cumplir con el compromiso del equipo directivo con el medio ambiente.
Cada habitación se concibe como un acogedor refugio tecnológico, en donde se combinan materiales cálidos y sostenibles, como el pavimento de linóleo o los cabeceros de roble, con sistemas tecnológicos punteros, como un sistema de audio por bluetooth, climatización inteligente, iluminación LED o duchas rainshower. El mobiliario y las puertas interiores de hierro de cada habitación se hicieron a medida para optimizar su función y siguiendo el estilo decorativo, dirigido por el equipo de Las2Mercedes.
Interiores al detalle

Cada elemento colocado está pensado al detalle, por lo que en las habitaciones no sobra nada ni hay sofisticaciones, dando prioridad a la cama y a la ducha, elementos primordiales para el descanso de los clientes. El objetivo es hacer que el usuario millennial se sienta en casa, atendiendo a todas sus demandas tecnológicas sin por ello renunciar a un buen descanso en un entorno moderno y acogedor.
En las habitaciones se buscó una imagen limpia y diáfana, con un buen aprovechamiento del espacio, abriendo lavabos a las habitaciones y cerrando únicamente la zona de aguas para dar mayor sensación de amplitud. Para los armarios se escogieron módulos vistos, acordes con la línea decorativa general del hotel, y que permiten desahogar el espacio. La idea principal era crear habitaciones neutras y muy prácticas, dinamizadas añadiendo un punto de color al suelo y al gresite del baño, siendo la combinación de colores diferente en cada planta.
Para lograr esta atmósfera, ha sido básico contar con el mobiliario de la firma Sancal. La planta baja constituye un espacio polivalente, muy abierto y a la vez versátil con posibilidad de seccionarlo en diferentes ambientes. Por un lado, la entrada y recepción del hotel, se ha abierto a la calle mediante ventanales que invitan a entrar en un espacio de espera y estar, con una base compuesta de paredes blancas, techo de madera y suelo continuo en gris cemento. Destaca la composición decorativa de la pared de la entrada. En ella, haciendo un guiño al antiguo establecimiento, se ha combinado la instalación de los antiguos teléfonos de las habitaciones del hostal, teñidos de blanco, con lámparas mono de Seletti en distintas posiciones. Las piezas estrella son los mostradores de recepción, con tapa de nogal y tuberías decorativas de cobre, diseñados por Las2Mercedes y hechos a medida por el ebanista Felipe Lindberg, con el que colaboran habitualmente.
En la zona central de la planta baja, donde se encuentra el bar, se introdujo un suelo cerámico italiano de gran formato, con un estilo muy gráfico a modo de alfombra. La pared de la barra se paneló con triángulos irregulares tanto en forma como en volumen, de madera blanca, azul y roble. El cuarto de baño se diseñó con un mosaico de Hisbalit utilizando dos colores que predominan en el hotel: verde y azul.
Finalmente, un espacio muy acogedor de biblioteca y butacas fue diseñado para proporcionar un espacio de relax, donde disfrutar de una buena lectura, una copa, o una reunión con los amigos. La biblioteca se diseñó siguiendo la estética del techo, incluyendo una zona de chimenea y unas gradas que proporcionan diferentes espacios para sentarse. Esta zona está dotada de la última tecnología, que facilita la polivalencia del espacio, permitiendo realizar eventos privados, como reuniones familiares o de empresa, presentaciones, eventos sociales, proyecciones cinematográficas, etc.
En la zona de paso de la planta baja, se ha instalado un servicio de comidas y bebidas disponible 24 horas, productos de alta calidad para que los clientes puedan tomar algo a cualquier hora del día o de la noche, incluyendo cafetera Nesspresso, patatas Bonilla, caramelos Pez o galletas Paul & Pippa, además de refrescos, zumos, y otros snacks.
Toda la decoración se ha basado en la idea de transmitir sencillez, pero a la vez con mucho color y un diseño asequible. Se han utilizado firmas como Sancal en los asientos, Mambo Unlimited en iluminación, Tabanda para las sillas del bar, o Pols Potten entre otros.
Como ven, un hotel joven, con diseño fresco, un establecimiento que se transforma en una casa donde apetece quedarse, y en el que el huésped encontrará una experiencia dinámica y divertida en un ambiente relajado.

Para más información visiten: Sleep’n Atochaarqit estudioLas2Mercedes
Vía: diarioDESIGN







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