Desde hace algunos años su uso vuelve a estar a la vanguardia, entre otros motivos por la preocupación creciente por el medio ambiente y la búsqueda de materiales sostenibles. Pero en nuestro caso no se debe únicamente a ello, también a que las fachadas de madera cumplen con todos los requisitos técnicos necesarios, y algunos más para su uso en este ámbito.
Versatilidad en formatos y especies. Una de las grandes ventajas de madera como material de construcción es que es increíblemente versátil. No solo puede trabajarse para conseguir casi cualquier forma a un coste muy inferior al de cualquier otro material (fachadas ventiladas, lamas, celosía, curvas…), también, al existir diferentes especies y tratamientos, nos podemos adaptar a una infinidad de entornos.
Diferentes clases de instalación. Podemos forrar fachadas de madera utilizando diferentes técnicas. Cada una de ella con sus características, de cuales hablaremos más adelante.
La madera es un aislante térmico y acústico natural.
Apariencia natural y adaptabilidad a cualquier estilo arquitectónico y/o decorativo. Además se puede combinar fácilmente con otros materiales como el vidrio, hormigón o piedra.
Se pueden realizar reparaciones sencillas y sustitución de piezas.
Mantenimiento. Este es sin lugar a dudas el inconveniente que echa para atrás a muchos consumidores. La madera necesita de cierto mantenimiento. A este respecto también cabe decir que hoy en día existen opciones y tratamientos para que este sea mucho más reducido. Tampoco hay que olvidar, que las alternativas también suelen requerir mantenimiento, algo que suelen olvidar los detractores del uso de la madera como revestimiento exterior.
Resistencia al fuego. A la hora de planificar una fachada en madera este es un criterio que hay que considerar, ya que después de todo la madera arde. La arquitectura e industria actual ofrecen soluciones para que la madera cumpla con todos los estándares y normativas de reacción frente al fuego. Es más si se hace correctamente el resultado no tiene porque ser peor al de otras opciones.
En el caso de que haya que sustituir piezas, las nuevas no tendrán la misma tonalidad, aunque hayamos utilizado la misma especie de madera. Con el tiempo y la exposición al sol se irán igualando.
Formas de Revestir con Madera
Aunque existen diferentes tipos de fachadas de madera todas ellas deben respetar la naturaleza del material para conseguir un resultado duradero:
Todas las piezas deben estar colocadas de tal forma que se aireen. No hay problema en que se mojen habitualmente, sin embargo si el agua llega a estancarse en algún punto es cuando se presentará un problema.
Se deben respetar los movimientos naturales de la madera. Estas contracciones y dilataciones son naturales y propias de la madera, por tanto si las respetamos no debería haber problema. Si no se hace existe riesgo de roturas, fisuras…
Debe hacerse una selección de madera, no solo en cuanto a especie, también en cuanto a la calidad (nudos, fendas, alabeo, grado de humedad…).
Tratamiento adecuado para el entorno. Por ejemplo si nos encontramos en un ambiente marino, el diferencial de temperaturas, etc.
Tipos de Revestimientos exteriores de Madera
Fachada Ventilada en Madera. Este tipo de fachadas consiste en al menos dos capas separadas entre sí y en las que se favorece la circulación de aire. Se utiliza normalmente una estructura metálica para soportar esta capa adicional, que puede ser entre otros materiales de madera.
Entre sus ventajas destacan: reducción del consumo en calefacción o refrigeración, instalación rápida, mantenimiento reducido, simplificación de las reparaciones y sustituciones, elimina puentes térmicos, aumenta la durabilidad del conjunto del edificio…
Celosías. En estos casos las lamas del revestimiento están separadas unas de otras y también hay una separación entre la fachada interior y la celosía de madera. El objetivo es dejar pasar la luz.
Una de las grandes ventajas de las celosías es que pueden ser tanto fijas como móviles, lo que aumenta considerablemente las posibilidades.
Fijación de lamas sobre rastreles. Esta ha sido tradicionalmente el medio más habitual para la construcción de fachadas de madera.
Es habitual utilizar madera de calidad inferior para los rastreles. Es algo lógico desde el punto de vista del coste total, sin embargo tampoco debemos utilizar piezas de baja calidad que pongan en riesgo el resultado.
Tipos de Madera Utilizadas y Tratamientos
A modo de esquema:
Especies. No todas las maderas son iguales y presentan las mismas características. Para el uso que nos ocupa nos interesan maderas con una especial resistencia a los elementos (radiación solar, lluvia…), estables frente a los cambios ambientales y durables frente a insectos, hongos, etc. Algunas de estas son el iroko, alerce, ipé, la teca o el cedro.
Termotratada. Tratamiento que altera la composición de la madera a base de calor y ausencia de oxígeno.
Autoclave. Secado de madera en ausencia de aire y aplicación de sales de cobre.
Madera acetilada. Se trata de un proceso químico que reduce la capacidad de la madera de absorber agua. Con ello se mejora su estabilidad y dureza.
Carbonización. Quemando la capa superior de la madera se consigue mejorar la resistencia de esta.
Tableros Fenólicos.
Composite o madera sintética para fachadas. Estos paneles, listones o lamas no están compuestos completamente de madera. Son un material de producción industrial que mezcla fibras de madera, resinas y menor medida otros componentes químicos. El resultado es una fachada de madera sintética de alta durabilidad y muy bajo mantenimiento. La apariencia no tiene porque ser exactamente la ofrecida por la madera, aunque puede imitarla.
Versatilidad en formatos y especies. Una de las grandes ventajas de madera como material de construcción es que es increíblemente versátil. No solo puede trabajarse para conseguir casi cualquier forma a un coste muy inferior al de cualquier otro material (fachadas ventiladas, lamas, celosía, curvas…), también, al existir diferentes especies y tratamientos, nos podemos adaptar a una infinidad de entornos.
Diferentes clases de instalación. Podemos forrar fachadas de madera utilizando diferentes técnicas. Cada una de ella con sus características, de cuales hablaremos más adelante.
La madera es un aislante térmico y acústico natural.
Apariencia natural y adaptabilidad a cualquier estilo arquitectónico y/o decorativo. Además se puede combinar fácilmente con otros materiales como el vidrio, hormigón o piedra.
Se pueden realizar reparaciones sencillas y sustitución de piezas.
Mantenimiento. Este es sin lugar a dudas el inconveniente que echa para atrás a muchos consumidores. La madera necesita de cierto mantenimiento. A este respecto también cabe decir que hoy en día existen opciones y tratamientos para que este sea mucho más reducido. Tampoco hay que olvidar, que las alternativas también suelen requerir mantenimiento, algo que suelen olvidar los detractores del uso de la madera como revestimiento exterior.
Resistencia al fuego. A la hora de planificar una fachada en madera este es un criterio que hay que considerar, ya que después de todo la madera arde. La arquitectura e industria actual ofrecen soluciones para que la madera cumpla con todos los estándares y normativas de reacción frente al fuego. Es más si se hace correctamente el resultado no tiene porque ser peor al de otras opciones.
En el caso de que haya que sustituir piezas, las nuevas no tendrán la misma tonalidad, aunque hayamos utilizado la misma especie de madera. Con el tiempo y la exposición al sol se irán igualando.
Formas de Revestir con Madera
Aunque existen diferentes tipos de fachadas de madera todas ellas deben respetar la naturaleza del material para conseguir un resultado duradero:
Todas las piezas deben estar colocadas de tal forma que se aireen. No hay problema en que se mojen habitualmente, sin embargo si el agua llega a estancarse en algún punto es cuando se presentará un problema.
Se deben respetar los movimientos naturales de la madera. Estas contracciones y dilataciones son naturales y propias de la madera, por tanto si las respetamos no debería haber problema. Si no se hace existe riesgo de roturas, fisuras…
Debe hacerse una selección de madera, no solo en cuanto a especie, también en cuanto a la calidad (nudos, fendas, alabeo, grado de humedad…).
Tratamiento adecuado para el entorno. Por ejemplo si nos encontramos en un ambiente marino, el diferencial de temperaturas, etc.
Tipos de Revestimientos exteriores de Madera
Fachada Ventilada en Madera. Este tipo de fachadas consiste en al menos dos capas separadas entre sí y en las que se favorece la circulación de aire. Se utiliza normalmente una estructura metálica para soportar esta capa adicional, que puede ser entre otros materiales de madera.
Entre sus ventajas destacan: reducción del consumo en calefacción o refrigeración, instalación rápida, mantenimiento reducido, simplificación de las reparaciones y sustituciones, elimina puentes térmicos, aumenta la durabilidad del conjunto del edificio…
Celosías. En estos casos las lamas del revestimiento están separadas unas de otras y también hay una separación entre la fachada interior y la celosía de madera. El objetivo es dejar pasar la luz.
Una de las grandes ventajas de las celosías es que pueden ser tanto fijas como móviles, lo que aumenta considerablemente las posibilidades.
Fijación de lamas sobre rastreles. Esta ha sido tradicionalmente el medio más habitual para la construcción de fachadas de madera.
Es habitual utilizar madera de calidad inferior para los rastreles. Es algo lógico desde el punto de vista del coste total, sin embargo tampoco debemos utilizar piezas de baja calidad que pongan en riesgo el resultado.
Tipos de Madera Utilizadas y Tratamientos
A modo de esquema:
Especies. No todas las maderas son iguales y presentan las mismas características. Para el uso que nos ocupa nos interesan maderas con una especial resistencia a los elementos (radiación solar, lluvia…), estables frente a los cambios ambientales y durables frente a insectos, hongos, etc. Algunas de estas son el iroko, alerce, ipé, la teca o el cedro.
Termotratada. Tratamiento que altera la composición de la madera a base de calor y ausencia de oxígeno.
Autoclave. Secado de madera en ausencia de aire y aplicación de sales de cobre.
Madera acetilada. Se trata de un proceso químico que reduce la capacidad de la madera de absorber agua. Con ello se mejora su estabilidad y dureza.
Carbonización. Quemando la capa superior de la madera se consigue mejorar la resistencia de esta.
Tableros Fenólicos.
Composite o madera sintética para fachadas. Estos paneles, listones o lamas no están compuestos completamente de madera. Son un material de producción industrial que mezcla fibras de madera, resinas y menor medida otros componentes químicos. El resultado es una fachada de madera sintética de alta durabilidad y muy bajo mantenimiento. La apariencia no tiene porque ser exactamente la ofrecida por la madera, aunque puede imitarla.
Vía: maderame
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