miércoles, 4 de diciembre de 2019

Acequias decorativas para el jardín

Convierta su jardín en un espacio idílico y natural ofreciéndole protagonismo al agua.
A lo largo de la historia, las acequias han tenido diversas utilidades. Algunas culturas las han empleado desde un punto de vista funcional, mientras que otras les han aplicado un componente estético con la perspectiva de embellecer el lugar. Por eso, vamos a mostrar algunas acequias decorativas para el jardín y sus distintas utilidades.
Algunas civilizaciones las emplearon como medio eficiente para abastecer de agua a aquellos lugares que, por norma general, carecen de esta. Por ejemplo, para los huertos, campos de regadío o, simplemente, para proporcionar agua a las viviendas.
En el mundo moderno hemos recurrido a los canales y tuberías ocultas bajo las calles y el propio suelo del campo. En el fondo, se ha perdido la esencia de lo que se consideraba una obra de ingeniería que permitía abastecer de agua y que se inspiraba de la propia naturaleza.

La importancia del agua en el mundo musulmán

Desde la Edad Media, los musulmanes han aplicado todo tipo de técnicas para trabajar el transporte de agua hacia los campos de cultivo. No cabe duda de que su aportación en la historia ha sido crucial, influyendo, incluso, en la actualidad.

Diseñaron un sistema hidráulico perfecto con el que distribuir el agua hacia las localidades donde residía la población. Hicieron uso de aljibes, norias, depósitos, albercas, etc. Por supuesto, las acequias fueron el medio con el que suministrar agua de forma efectiva.

Sin embargo, no todo se rige bajo el concepto de funcionalidad. También emplearon las acequias como medio para la decoración, tal y como se puede ver en la Alhambra de Granada. De esta manera, trabajarán el uso del agua para el embellecimiento de los palacios.

Contribución decorativa en el jardín de casa con las acequias decorativas

De la misma manera que los musulmanes emplearon las acequias desde una aplicación decorativa, nosotros también podemos utilizarlas en nuestro jardín del mismo modo. Su adecuación a este espacio debe realizarse sabiendo la finalidad estética que tendrá.
Se configuran con pequeños depósitos de agua de forma rectangular y estrecha que permiten su circulación. No nos interesa producir grandes balsas ni tampoco estanques.
El estilo que poseen las acequias es el siguiente: historicista, naturalista o vanguardista. Cualquiera de estas tres tipologías ofrece unas características particulares que definirán la apariencia del jardín.
Si se desea, no tienen que ser acequias funcionales con las que regar el recinto o un huerto, ya que está la posibilidad de que sean simplemente decorativas, con un circuito cerrado de agua y con chorros que permitan su distribución en distintas partes.
Lo importante es que el agua tenga presencia en el espacio; es decir, a través de las acequias se produce un efecto naturalista con la circulación del agua, consiguiéndose un embellecimiento del recinto y proporcionando ese toque de frescura que tanto necesita.

Combinación de acequias decorativas y fuentes

En el caso de que quiera darle un toque más original y llamativo al jardín, la combinación de acequias y fuentes puede ser una buena solución. Esto no significa que tengan que recibir todo el protagonismo, sino que se complementen a la perfección con todo el conjunto.

Podríamos disponer una acequia alargada y rectangular con pequeños caños internos que expulsen agua hacia arriba. De esta manera, se produce un efecto visual y sonoro, aportando al jardín un contenido práctico y estético.

Por otro lado, estaría la posibilidad de añadirle una pequeña cascada que vierta el agua sobre otra acequia o directamente sobre un recipiente o estanque. Así, se puede alcanzar una apariencia mucho más curiosa.

Inclusión de plantas en el agua

No cabe duda de que las acequias aportan un contenido decorativo muy interesante en el jardín. Pero ¿y si lo mejoramos más aún y le incluimos plantas en el interior para producir un efecto naturalista?

Esto no quiere decir que convirtamos la acequia en un recipiente de agua estancada, sino que le demos un toque verde con plantas acuáticas que sobresalgan por la superficie.

Esta fórmula puede hacer que el jardín luzca de forma natural, que el agua empiece a estar en sintonía con el conjunto decorativo de los exteriores de la casa, y que se conforme un paisajismo confortable e interesante.

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