Las puertas a veces se pueden convertir en un gran estorbo cuando quedan en mitad de la pared, rompiendo estéticamente con su diseño cuando se mantienen cerradas. Con muy poco esfuerzo y presupuesto, puede disimular una puerta de paso, manteniéndola totalmente oculta o semioculta.
Trucos para disimular una puerta
Puertas de cristal transparente
Las puertas transparentes están ahí pero pasan desapercibidas. Cumplen con su función de separar los espacios, haciéndolos más amplios tanto si están cerradas o no. Una excelente alternativa para una vivienda de concepto abierto, económica y fácil de instalar.
Puerta del mismo color que la pared
Una de las ideas más sencillas y baratas para tapar puertas es pintarlas del mismo color de la pared. Mantener toda la superficie uniforme la camuflará por completo sin que esta pierda nada de funcionalidad, pero logrando una linealidad perfecta en la decoración de la pared.
Disimular una puerta con papel pintado
¿Y si en lugar de usar pintura se anima a cubrir toda la pared y la puerta con papel pintado? Es mucho más efectivo, disimulando mejor el relieve de la puerta si emplea papel estampado.
Gracias al papel pintado, se pueden cubrir los marcos de las puertas logrando un efecto óptico de camuflaje total. Engañará a los ojos dándole uniformidad a toda la superficie, de manera que no parezca que hay una puerta detrás del papel.
Aplicar molduras sobre la puerta y la pared
Aunque haya una puerta en una pared, colocando las mismas molduras sobre ella podrá tener una cubierta sin que se vea nada. Esta idea decorativa se emplea mucho en las de armarios y cajones, tanto en el vestidor como en la cocina.
Colocando molduras en los bordes dará la impresión de que no hay cortes en la apertura de las puertas, unificándolas con el resto de detalles de la pared.
Puerta del mismo material que la pared
Otro de los trucos para disimular una puerta que más se emplean en decoración es cubrir toda la pared con un material especial, que también cubrirá la puerta.
Esto lo podemos ver por ejemplo en paredes cubiertas de láminas de madera, paredes de ladrillo, con azulejos de mosaico, e incluso de materiales vinílicos.
Cortinas para ocultar puerta
Como si se tratara de una ventana, cuando no queremos que se vea una puerta podemos cubrirla con una cortina que llegue hasta el suelo. Basta con colocar una barra sobre la puerta y colgar una bonita cortina que vaya con la decoración de la estancia.
Cubrir una puerta con estanterías
Cuando no deseamos que se vea una puerta, pero tampoco queremos que deje de ser funcional, una buena idea es esconderla convirtiéndola en un mueble. Lo más práctico es incorporar una estantería, que se pueda mover fácilmente cada vez que abrimos y cerramos la puerta.
Cree su propio mueble sobre la puerta, colocando estantes de madera o yeso sobre la puerta. Añada todo tipo de objetos de decoración y algunos libros, y nadie sabrá que hay una puerta detrás de ellos.
Tapar una puerta con un espejo
¿Y si en lugar de colocar una estantería convierte la puerta en un gran espejo? Como parte de la decoración de su salón, o para darle mucha utilidad en su vestidor, cubriendo la puerta principal o para disimular una puerta de armario con un espejo, quedarán escondidas sin que se vea en absoluto.
Los espejos de gran tamaño también aportan más profundidad a la estancia. La habitación se verá más iluminada potenciando la luz natural o la de las lámparas, ampliando visualmente el espacio para que parezca más grande de lo que realmente es.
No importa qué tipo de puerta quiera esconder, siempre hay una idea genial para disimular que está ahí.
Trucos para disimular una puerta
Puertas de cristal transparente
Las puertas transparentes están ahí pero pasan desapercibidas. Cumplen con su función de separar los espacios, haciéndolos más amplios tanto si están cerradas o no. Una excelente alternativa para una vivienda de concepto abierto, económica y fácil de instalar.
Puerta del mismo color que la pared
Una de las ideas más sencillas y baratas para tapar puertas es pintarlas del mismo color de la pared. Mantener toda la superficie uniforme la camuflará por completo sin que esta pierda nada de funcionalidad, pero logrando una linealidad perfecta en la decoración de la pared.
Utilice esta idea para camuflar las puertas de un armario empotrado, los armarios del pasillo, e incluso para disimular puerta de entrada en cualquier habitación que no le guste cómo se ve en mitad de la pared.
La puerta de una habitación infantil o un cuarto de juegos queda genial cubierta con pintura tipo chalk paint de un color divertido, para poder escribir y hacer dibujos con tiza.
Disimular una puerta con papel pintado
¿Y si en lugar de usar pintura se anima a cubrir toda la pared y la puerta con papel pintado? Es mucho más efectivo, disimulando mejor el relieve de la puerta si emplea papel estampado.
Gracias al papel pintado, se pueden cubrir los marcos de las puertas logrando un efecto óptico de camuflaje total. Engañará a los ojos dándole uniformidad a toda la superficie, de manera que no parezca que hay una puerta detrás del papel.
Aplicar molduras sobre la puerta y la pared
Aunque haya una puerta en una pared, colocando las mismas molduras sobre ella podrá tener una cubierta sin que se vea nada. Esta idea decorativa se emplea mucho en las de armarios y cajones, tanto en el vestidor como en la cocina.
Colocando molduras en los bordes dará la impresión de que no hay cortes en la apertura de las puertas, unificándolas con el resto de detalles de la pared.
Puerta del mismo material que la pared
Otro de los trucos para disimular una puerta que más se emplean en decoración es cubrir toda la pared con un material especial, que también cubrirá la puerta.
Esto lo podemos ver por ejemplo en paredes cubiertas de láminas de madera, paredes de ladrillo, con azulejos de mosaico, e incluso de materiales vinílicos.
De la misma forma que disimulamos una puerta con el papel pintado, también se puede cubrir como el resto de la pared, para cubrir puertas secundarias en el exterior de la vivienda, o puertas secretas en sitios insospechados para colocar la caja fuerte, Y tener mayor seguridad en su hogar.
Cortinas para ocultar puerta
Como si se tratara de una ventana, cuando no queremos que se vea una puerta podemos cubrirla con una cortina que llegue hasta el suelo. Basta con colocar una barra sobre la puerta y colgar una bonita cortina que vaya con la decoración de la estancia.
Cubrir una puerta con estanterías
Cuando no deseamos que se vea una puerta, pero tampoco queremos que deje de ser funcional, una buena idea es esconderla convirtiéndola en un mueble. Lo más práctico es incorporar una estantería, que se pueda mover fácilmente cada vez que abrimos y cerramos la puerta.
Cree su propio mueble sobre la puerta, colocando estantes de madera o yeso sobre la puerta. Añada todo tipo de objetos de decoración y algunos libros, y nadie sabrá que hay una puerta detrás de ellos.
Tapar una puerta con un espejo
¿Y si en lugar de colocar una estantería convierte la puerta en un gran espejo? Como parte de la decoración de su salón, o para darle mucha utilidad en su vestidor, cubriendo la puerta principal o para disimular una puerta de armario con un espejo, quedarán escondidas sin que se vea en absoluto.
Los espejos de gran tamaño también aportan más profundidad a la estancia. La habitación se verá más iluminada potenciando la luz natural o la de las lámparas, ampliando visualmente el espacio para que parezca más grande de lo que realmente es.
No importa qué tipo de puerta quiera esconder, siempre hay una idea genial para disimular que está ahí.
Vía: Hogar Mapfre
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