La ventana oscilobatiente combina las funciones de las ventanas abatibles de giro vertical y horizontal, por lo que se necesita que haya mayor distancia entre los muebles y la ventana para evitar que choquen.
La ventana oscilobatiente
La ventana oscilobatiente tiene una apertura horizontal de 180º y una apertura vertical de, aproximadamente, 45º, lo que es perfecto tanto para ventilar la casa por las mañanas en su opción de apertura horizontal, como para hacer que circule una corriente de aire mayor gracias a la apertura vertical.
¿Cómo se elige el tipo de apertura que queremos para cada momento? A partir de la manivela, que se encuentra hacia abajo cuando la ventana está cerrada, en perpendicular para una apertura vertical y hacia arriba para una apertura de 45º. Con un simple giro de muñeca se selecciona la opción que más convenga en ese momento.
La ventana oscilobatiente es sencilla de usar y segura, por lo que no tenemos que preocuparnos por si los más pequeños quieren acceder a ellas, ya que en la mayor parte de las ocasiones cuentan con un seguro para evitar que las abran sin que lo sepamos. De hecho existen algunas ventanas oscilobatientes que añaden una posibilidad más a las ya conocidas: se trata de una microapertura de unos cuatro milímetros de giro sobre el eje vertical que permite una ventilación controlada de la habitación.
Ventajas y desventajas de la ventana oscilobatiente
Son más versátiles y se adaptan mejor a los espacios de la casa. Además contribuyen a alcanzar un mayor aislamiento acústico y térmico, factor fundamental para implementar medidas de ahorro energético de los hogares. De hecho las cifras no engañan: un buen aislamiento térmico nos ayuda a reducir hasta un 30% el CO2 emitido por el consumo de calefacción y aire acondicionado en nuestras viviendas.
El cierre hermético entre el marco y la hoja es uno de los sistemas que permiten un mayor ahorro. Este cierre, combinado con un vidrio de calidad, supone la diferencia entre una buena y una mala ventana.
Los inconvenientes principales a la hora de instalar este tipo de ventanas son los costes y la reducción de la superficie acristalada por ser imprescindible un cerco mayor. El precio es un poco más elevado frente a las ventanas abatibles normales o a las correderas, debido a que el mecanismo es más complejo.
Vía: Por mi ventana
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