
CABALLETE DE PINTURA
Cuando pensamos en un caballete de pintura a todos se nos viene a la cabeza ese objeto alto, trípode y de madera en el que los artistas sostienen el lienzo para pintarlo de pie. No obstante, la variedad de los caballetes de pintura es mucho más amplia y hay un caballete para cada artista.
• Caballete de trípode: es sin duda el modelo de caballete más extendido y el material más frecuente es la madera. Este tipo de caballete es también el preferido para DIY, puesto que es de los más sencillos pero a la vez más útiles.
• Caballete de estudio o de tipo H: este caballete es un paso más allá en la maestría de la pintura. Aun siendo de madera, este caballete es notablemente más pesado y recio que el trípode, ya que mientras el otro es casi siempre plegable, este suele ser permanente y se deja en el estudio, por eso también es llamado caballete de estudio. Este caballete permite la pintura de cuadros de mayor tamaño y más pesados.
• Caballetes de sobremesa: los caballetes de sobremesa son verdaderamente útiles para aquellos que no tienen mucho espacio donde ponerlo. Estos caballetes, de madera también en su mayoría, son fáciles de transportar y son perfectos si tenemos algún problema de espalda o molestias al estar largo rato de pie.
• Caballete de campo o de campaña: el caballete de campo tiene la ventaja de que es muy fácil de transportar y bastante ligero de peso. La diferencia con respecto al caballete de sobremesa, es que este suele ser de pie, y es ideal para cuando queremos pintar un bonito paisaje exterior.
• Caballete caja: este caballete es también portátil y ligero y además, lo bueno es que al plegarlo se puede guardar en una caja en la que podemos llevar también el resto del material como pinceles y pinturas y estar siempre listos.
CABALLETE COMO ELEMENTO DECORATIVO
No hay que ser el mismo Picasso o Van Gogh para tener un caballete en casa. Lo podemos usar también para aprender el noble oficio de la pintura e incluso simplemente como efecto decorativo. Un truco que da un resultado muy práctico es si vivimos en un pequeño estudio y queremos darle un toque bohemio como una misma buhardilla parisina, podemos poner un caballete en un rincón, y un lienzo a medio terminar, así nuestro estudio parecerá una zona totalmente creativa. Además quien sabe, igual algún día nos atrevemos a coger el pincel y descubrimos nuestra nueva pasión…
Vía: Westwing
No hay comentarios:
Publicar un comentario