Poder regular la intensidad de la luz de una determinada estancia de su hogar es una opción muy práctica y funcional para adaptar de la forma más fácil y sencilla el ambiente de un espacio de su vivienda a sus necesidades concretas y al momento del día, por ejemplo. Con los diferentes tipos de regulador de luz logrará esta funcionalidad.
Instalar un regulador de luz también le permite ahorrar algo de energía y por tanto, ahorrar en su factura de la luz, ya que en todo momento tiene la posibilidad de adaptar la intensidad de la luz a la necesidad concreta. Reduciendo o aumentando la luminosidad, por ejemplo, en función de la luz natural de la estancia o del tipo de actividad que se esté desarrollando en la habitación.
Los diferentes tipos de regulador de luz le permiten:
• Regular la luz principal de una habitación. En este caso el regulador debe colocarse en la llave de luz principal, los más comunes para esta función y necesidad son los mandos circulares, que giran hacia un lado u otro permitiendo una regulación manual cómoda y sencilla de la intensidad de la luz principal.
• Cambiar la intensidad de luz de una lámpara de pie o de lectura. En este caso, el dispositivo regulador de luz debe colocarse en el cable de la lámpara entre la lámpara y el interruptor de la misma. De esta forma una única lámpara puede servir tanto para trabajos o aficiones –como la lectura o la costura- que requieran una luz potente y enfocada, como para crear un ambiente confortable y cálido de luz indirecta tenue.
Al elegir el tipo de regulador de luz más adecuado, además de tener en cuenta el tipo de regulación que le ofrecen y dónde va a instalarlo, es importante elegir según el tipo de bombilla cuya luz se quiera manejar, así como la potencia o intensidad de la misma; en función de ello, tendrá que comprar unos u otros tipos de reguladores.
Es fundamental dejarse aconsejar por los profesionales que encontrará en los comercios de bricolaje y ferreterías, además de consultar las especificaciones y recomendaciones del fabricante en cada caso.
Poder adaptar la intensidad de la luz de forma inmediata mediante los diferentes tipos de reguladores de luz, según sus necesidades y según la luz natural de cada momento y estación, es tan práctico y útil, además de una medida de ahorro.
Vía: Hogar Mapfre
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