El nuevo concepto de tienda, concebida y comisariada por el arquitecto Fabio Ferrillo con respecto a la esencia original del interior, abarca 270 metros cuadrados divididos en dos niveles entre la planta baja y la primera planta, que están conectados visualmente a través de un espacio de dos pisos y en la que se impone una escalera curva que se convierte en el foco de la perspectiva arquitectónica.
La entrada de la calle con el escaparate de la tienda proyecta de inmediato al visitante en una experiencia emocional marcada por los reflejos naturales de las superficies y un sistema de iluminación doble, compuesto por estrechas tiras luminosas insertadas en el suelo y por un sistema de LED modular magnético, diseñado por el arquitecto y desarrollado por Flos para proporcionar iluminación directa en todo el espacio, pero también mejorar las superficies indirectamente.
Las paredes con un refinado acabado de cemento encierran el suelo de terrazo italiano y se adaptan a un complejo sistema de paneles de resina translúcida en delicados tonos organizados para mostrar de manera flexible y dinámica estantes y elementos de almacenamiento de acero satinados y removibles. Los elementos de granito rosa y plexiglás y las barandillas de bronce le dan al espacio un aspecto extremadamente sofisticado y contemporáneo. Los muebles totalmente personalizados también incluyen vitrinas de acero, consolas de resina de colores y cemento, y sofás modulares de cuero negro matelassé.
Desde la planta baja, dedicada a los accesorios, la presentación de las colecciones continúa hasta el primer piso a través de una amplia área de exposición con colecciones de prêt-à-porter. Junto al balcón con vista a la planta baja hay un salón privado con puertas corredizas y dos salas de accesorios decoradas con lujosas alfombras de color azul pálido y espejos ajustables enmarcados por una estrecha franja de luz.
La exclusiva experiencia del cliente en la tienda galería Moschino transporta al visitante a una dimensión emocionante y atractiva que acentúa el impacto estético de la colección y al mismo tiempo contextualiza el asombroso espíritu artístico de la marca representado por objetos de gran tamaño como los que se ven en las boutiques de Nueva York y Milán.
Las paredes con un refinado acabado de cemento encierran el suelo de terrazo italiano y se adaptan a un complejo sistema de paneles de resina translúcida en delicados tonos organizados para mostrar de manera flexible y dinámica estantes y elementos de almacenamiento de acero satinados y removibles. Los elementos de granito rosa y plexiglás y las barandillas de bronce le dan al espacio un aspecto extremadamente sofisticado y contemporáneo. Los muebles totalmente personalizados también incluyen vitrinas de acero, consolas de resina de colores y cemento, y sofás modulares de cuero negro matelassé.
Desde la planta baja, dedicada a los accesorios, la presentación de las colecciones continúa hasta el primer piso a través de una amplia área de exposición con colecciones de prêt-à-porter. Junto al balcón con vista a la planta baja hay un salón privado con puertas corredizas y dos salas de accesorios decoradas con lujosas alfombras de color azul pálido y espejos ajustables enmarcados por una estrecha franja de luz.
La exclusiva experiencia del cliente en la tienda galería Moschino transporta al visitante a una dimensión emocionante y atractiva que acentúa el impacto estético de la colección y al mismo tiempo contextualiza el asombroso espíritu artístico de la marca representado por objetos de gran tamaño como los que se ven en las boutiques de Nueva York y Milán.
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