lunes, 12 de noviembre de 2018

Cemento y madera para un restaurante con clase.

Materiales de construcción como clave del interiorismo. El restaurante Ryù, en Westmount, Canadá, pone en valor cemento y madera tratándolos de manera artesanal. Un resultado delicado y atractivo para llevar un trocito de Japón a las afueras de Montreal.
El de Westmount es el último de los restaurantes de la cadena Ryù, abierto en el área metropolitana de la ciudad canadiense de Montreal. Un espacio diseñado por Ménard Dworkind architecture & design a partir de la base de la cadena pero con total libertad para sacar a relucir el buen saber hacer de la cocina japonesa. Se ha utilizado también el país del Sol naciente como principal inspiración del interiorismo. A través de los materiales.
Sensibilidad japonesa
Para el nuevo espacio, el estudio MRDK ha utilizado un enfoque de diseño contemporáneo con sensibilidad japonesa. La principal característica del nuevo Ryù es pues dar prioridad a los materiales naturales trabajados a mano, principalmente cemento y madera. Sus toscos acabados evolucionarán con la edad, siendo su belleza realzada gracias a las imperfecciones propias de estos materiales “en crudo”.
Al entrar en el restaurante, llama la atención el juego de listones de madera clara y oscura. Ocupan todo el espacio suspendidos de un mamparo. Se consigue así “un juego dinámico, y un efecto óptico de movimiento al pasar por el espacio”, nos han explicado sus diseñadores.
Este movimiento continúa con la iluminación. Una luz continua suspendida sobre la barra sigue su forma. Se fabricó específicamente para el restaurante, a partir de piezas de aluminio y latón.
Geometría, cemento y madera
Las paredes se han mantenido en su estado original. El cemento le da así un aire industrial que contrasta con la calidez de un material natural como la madera, consiguiendo un interesante juego de opuestos.
Para separar la cocina de la barra donde se prepara el sushi se han utilizado paneles de policarbonato translúcidos para dividir la cocina de la barra de sushi. Esto crea un efecto linterna durante las cenas, y muestra indicios de la acción que ocurre dentro. Sombras chinescas que también suponen una referencia al Lejano Oriente.
La barra de sushi está hecha de ladrillos de hormigón. Los comensales pueden disfrutar de su comida desde una serie de sillas giratorias de madera en voladizo. Sobre ellos, los jardines colgantes delinean los dos grandes tragaluces. Una manera de lo más verde de agregar vida, y filtrar de este modo la luz.
Como última clave de este diseño, está el uso recurrente del círculo, geometría que recuerda a la bandera japonesa. Aparece en varios de los elementos diseñados a medida por Ménard Dworkind, dándoles así cierta unidad.
Fotografía: David Dworkind
Para más información visiten: Ménard Dworkind architecture & design
Vía: diarioDESIGN







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