Hoy nos adentramos en la decoración al estilo belle époque, que a pesar de no estar muy de moda en la actualidad, resulta interesante para extraer algunas ideas y llevarlas hasta nuestro hogar.
¿Qué es la belle époque?
Para entender lo que este estilo decorativo significa y representa es necesario saber que la belle époque surge en Francia a principios de la década de 1870. Es en este momento cuando tiene lugar el fin de la guerra franco-pruisana. La belle époque se extiende hasta 1914, cuando estalla la Primera Guerra Mundial.
En este periodo, la sociedad francesa logra grandes avances tecnológicos y mejoras en la calidad de vida, por lo que impera el optimismo. Esta actitud también se traslada al ámbito de la decoración. Se construyen viviendas amplias, luminosas y de techos altos que dejan ver el momento boyante por el que está pasando el país.
La decoración también refleja los valores de progreso y optimismo mediante el mobiliario lujoso y barroco. Se puede decir que este tipo de decoración es claro ejemplo de la situación por la que Francia estaba pasando en esos momentos. Este estilo traspasó fronteras y entró en los hogares de clase alta de toda Europa.
Colores predominantes
En la decoración belle époque predominan los colores claros como el blanco. Además, siempre hay detalles en dorado que dan un toque de elegancia y distinción. Los dos colores se complementan a la perfección, ya que el blanco aporta luminosidad y amplitud y el dorado el lujo que rodea a este tipo de viviendas.
El color rojo también tiene su espacio en este estilo decorativo. Este color puede verse en alfombras, tapices o tapicería de sillones y sofás. Pocas cosas hay más elegantes que una larga alfombra roja.
Junto con estos colores, también se pueden incluir elementos en marrón, amarillo o naranja. Si no rompe la armonía de este elegante estilo decorativo, cualquier color será bienvenido.
Calidad ante todo
Como hemos mencionado anteriormente, este estilo decorativo surge en las viviendas de las familias francesas de clase alta. Es por ello que todo el mobiliario es de gama alta, por lo que no es apto para los bolsillos más ajustados.
Los muebles de madera son macizos, y se encuentran muy trabajados. Sus decoraciones los convierten en una verdadera obra de arte. Las telas también son gruesas y de calidad, tanto las de las cortinas como la ropa de cama o las alfombras.
Además, las viviendas al estilo belle époque cuentan con una gran cantidad de detalles decorativos. Estos elementos suelen ser antigüedades de gran valor económico y sentimental para la familia.
Con todo esto queremos decir que el estilo belle époque no es compatible con un presupuesto ajustado. La calidad de los materiales es una característica fundamental y adquirirla no está al alcance de cualquier bolsillo.
Iluminación
Las viviendas con decoración a lo belle époque son por lo general muy luminosas. Esto es debido a sus techos altos y grandes ventanales. Esta característica hace que cualquier tamaño de lámpara pueda instalarse.
Respecto a los elementos luminosos, como no podía ser de otra manera, son grandes y lujosos. Que los techos sean altos permite instalar grandes lámparas y, sobre todo, predominan las de cristal.
Más modestas, también se pueden ver lámparas de mesa en los diferentes lugares de las estancias principales o en las mesillas del dormitorio. Pese a no ser tan ostentosas como las de los techos, también suelen tener detalles en dorado y elegantes formas.
¿Qué es la belle époque?
Para entender lo que este estilo decorativo significa y representa es necesario saber que la belle époque surge en Francia a principios de la década de 1870. Es en este momento cuando tiene lugar el fin de la guerra franco-pruisana. La belle époque se extiende hasta 1914, cuando estalla la Primera Guerra Mundial.
En este periodo, la sociedad francesa logra grandes avances tecnológicos y mejoras en la calidad de vida, por lo que impera el optimismo. Esta actitud también se traslada al ámbito de la decoración. Se construyen viviendas amplias, luminosas y de techos altos que dejan ver el momento boyante por el que está pasando el país.
La decoración también refleja los valores de progreso y optimismo mediante el mobiliario lujoso y barroco. Se puede decir que este tipo de decoración es claro ejemplo de la situación por la que Francia estaba pasando en esos momentos. Este estilo traspasó fronteras y entró en los hogares de clase alta de toda Europa.
Colores predominantes
En la decoración belle époque predominan los colores claros como el blanco. Además, siempre hay detalles en dorado que dan un toque de elegancia y distinción. Los dos colores se complementan a la perfección, ya que el blanco aporta luminosidad y amplitud y el dorado el lujo que rodea a este tipo de viviendas.
El color rojo también tiene su espacio en este estilo decorativo. Este color puede verse en alfombras, tapices o tapicería de sillones y sofás. Pocas cosas hay más elegantes que una larga alfombra roja.
Junto con estos colores, también se pueden incluir elementos en marrón, amarillo o naranja. Si no rompe la armonía de este elegante estilo decorativo, cualquier color será bienvenido.
Calidad ante todo
Como hemos mencionado anteriormente, este estilo decorativo surge en las viviendas de las familias francesas de clase alta. Es por ello que todo el mobiliario es de gama alta, por lo que no es apto para los bolsillos más ajustados.
Los muebles de madera son macizos, y se encuentran muy trabajados. Sus decoraciones los convierten en una verdadera obra de arte. Las telas también son gruesas y de calidad, tanto las de las cortinas como la ropa de cama o las alfombras.
Además, las viviendas al estilo belle époque cuentan con una gran cantidad de detalles decorativos. Estos elementos suelen ser antigüedades de gran valor económico y sentimental para la familia.
Con todo esto queremos decir que el estilo belle époque no es compatible con un presupuesto ajustado. La calidad de los materiales es una característica fundamental y adquirirla no está al alcance de cualquier bolsillo.
Iluminación
Las viviendas con decoración a lo belle époque son por lo general muy luminosas. Esto es debido a sus techos altos y grandes ventanales. Esta característica hace que cualquier tamaño de lámpara pueda instalarse.
Respecto a los elementos luminosos, como no podía ser de otra manera, son grandes y lujosos. Que los techos sean altos permite instalar grandes lámparas y, sobre todo, predominan las de cristal.
Más modestas, también se pueden ver lámparas de mesa en los diferentes lugares de las estancias principales o en las mesillas del dormitorio. Pese a no ser tan ostentosas como las de los techos, también suelen tener detalles en dorado y elegantes formas.
Vía: midecoración
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