Una de las incógnitas más comunes que nos surgen a la hora de iniciarnos en el mundillo de la proyección doméstica es la relacionada con la necesidad de tener que comprar e instalar una pantalla convencional. Si hacemos caso al vendedor del proyector nos dirá que sí, que es imprescindible contar con una buena pantalla para poder disfrutar de la experiencia al máximo.
Sin embargo si nos dedicamos a buscar un poco por foros de Internet e incluso por vídeos de YouTube podremos comprobar que hay opiniones para todos los gustos y mucha gente que recomienda usar otro tipo de superficies como la pared, incluso telas propias, sábanas, cortinas, etc.
Las sábanas mejor dejarlas para el cine de verano
Lo primero que se me ocurrió cuando me compré un proyector hace años para probar que funcionaba correctamente y dado que la pantalla no me había llegado todavía fue usar unas sábanas blancas en el salón. La cosa funcionó pero solo a medias, ya que la poca densidad de la tela dejaba pasar buena parte de la luz a su través perdiendo contraste y mucho de la potencia luminosa.
Es por ello que las pantallas de proyección oficiales son completamente opacas, es decir, no dejan pasar la luz sino que están pensadas para reflejar toda la que es posible. Las sábanas y la mayoría de tejidos que tengamos en casa no son una buena opción si queremos sacar el máximo partido a nuestro proyector.
Tampoco las cortinas, estores y similares, ya que aparte de ser en parte translúcidas tendrán texturas y/o colores o pliegues que empeorarán la calidad de imagen. Puede que encontrarán algún modelo concreto que tenga más calidad de lo habitual y se parezca mucho a una pantalla "oficial", aunque probablemente nunca permitirá que el proyector rinda al 100%. Pueden sacarnos de un apuro, pero si queremos sacar el máximo potencial de nuestro nuevo equipo mejor no usarlas.
La pared puede ayudarle, pero no siempre
La otra gran tendencia que verán por la Red es la de quien recomienda usar directamente la pared como medio sobre el que proyectar. Desde luego es mucho más sólida que una sábana y no perderemos luz a través de ella, pero tampoco sirve usar cualquier pared que nos encontremos sin preparación previa.
Necesitamos que sea lisa, sin defectos, texturas, gotelé o similar, y por supuesto debe estar pintada uniformemente de un tono blanco o gris. Ya hemos comentado con anterioridad algunas fórmulas para hallar la tonalidad ideal, teniendo la ventaja de que si no nos gusta podemos volver a pintar encima.
Sin embargo, pintar la pared para usarla con el proyector no es tan sencillo como si lo hacemos para decorar el salón. Se requiere no dejar rastro del rodillo o brocha utilizada (mejor usar pistola si podemos) y darle un acabado muy uniforme. De lo contrario la luz se reflejará de forma desigual y tendremos manchas de tonalidad en la imagen o bandas que empeorarán la calidad percibida.
Otro punto en contra de usar la pared como pantalla es que empeorará la acústica de la sala. Tener varios metros cuadrados de superficie lisa hará que el sonido reverbere más que si tenemos una pantalla de tela capaz de absorber y/o difuminar la onda sonora, por lo que debemos pensarlo bien si el resto de la sala no cuenta con un buen aislamiento.
¿Quién tiene razón?
Pues en realidad ambos tienen parte de razón, ya que el proyector funcionará sobre prácticamente cualquier superficie en la que lo usemos, aunque no lo hará de forma óptima ni nos dará la máxima calidad de imagen dependiendo de las cualidades de la misma.
Pues en realidad ambos tienen parte de razón, ya que el proyector funcionará sobre prácticamente cualquier superficie en la que lo usemos, aunque no lo hará de forma óptima ni nos dará la máxima calidad de imagen dependiendo de las cualidades de la misma.
Las sábanas mejor dejarlas para el cine de verano
Lo primero que se me ocurrió cuando me compré un proyector hace años para probar que funcionaba correctamente y dado que la pantalla no me había llegado todavía fue usar unas sábanas blancas en el salón. La cosa funcionó pero solo a medias, ya que la poca densidad de la tela dejaba pasar buena parte de la luz a su través perdiendo contraste y mucho de la potencia luminosa.
Es por ello que las pantallas de proyección oficiales son completamente opacas, es decir, no dejan pasar la luz sino que están pensadas para reflejar toda la que es posible. Las sábanas y la mayoría de tejidos que tengamos en casa no son una buena opción si queremos sacar el máximo partido a nuestro proyector.
Tampoco las cortinas, estores y similares, ya que aparte de ser en parte translúcidas tendrán texturas y/o colores o pliegues que empeorarán la calidad de imagen. Puede que encontrarán algún modelo concreto que tenga más calidad de lo habitual y se parezca mucho a una pantalla "oficial", aunque probablemente nunca permitirá que el proyector rinda al 100%. Pueden sacarnos de un apuro, pero si queremos sacar el máximo potencial de nuestro nuevo equipo mejor no usarlas.
La pared puede ayudarle, pero no siempre
La otra gran tendencia que verán por la Red es la de quien recomienda usar directamente la pared como medio sobre el que proyectar. Desde luego es mucho más sólida que una sábana y no perderemos luz a través de ella, pero tampoco sirve usar cualquier pared que nos encontremos sin preparación previa.
Necesitamos que sea lisa, sin defectos, texturas, gotelé o similar, y por supuesto debe estar pintada uniformemente de un tono blanco o gris. Ya hemos comentado con anterioridad algunas fórmulas para hallar la tonalidad ideal, teniendo la ventaja de que si no nos gusta podemos volver a pintar encima.
Sin embargo, pintar la pared para usarla con el proyector no es tan sencillo como si lo hacemos para decorar el salón. Se requiere no dejar rastro del rodillo o brocha utilizada (mejor usar pistola si podemos) y darle un acabado muy uniforme. De lo contrario la luz se reflejará de forma desigual y tendremos manchas de tonalidad en la imagen o bandas que empeorarán la calidad percibida.
Otro punto en contra de usar la pared como pantalla es que empeorará la acústica de la sala. Tener varios metros cuadrados de superficie lisa hará que el sonido reverbere más que si tenemos una pantalla de tela capaz de absorber y/o difuminar la onda sonora, por lo que debemos pensarlo bien si el resto de la sala no cuenta con un buen aislamiento.
Vía: Xataka Home
No hay comentarios:
Publicar un comentario