En la fachada de la calle se diseña una ventana tipo guillotina con barra integrada, qué al abrirse hacia arriba, deja una gran barra abierta entre el interior y exterior dando mayor continuidad al espacio.
El espacio trasero se puede separar gracias una corredera oculta creando un espacio para comidas más privadas. Algunas de las antiguas paredes del local las han recuperado, dejando salir el ladrillo visto, que se integra mucho con el acabado de las nuevas paredes en arcilla, y aporta una nueva textura al espacio interior.
Como concepto se buscó darle al proyecto un carácter natural y acogedor, sin caer en los tópicos de restaurante tailandés. Usando elementos naturales, se percibe que en este espacio además de comer tailandés, se come sano.
El espacio trasero se puede separar gracias una corredera oculta creando un espacio para comidas más privadas. Algunas de las antiguas paredes del local las han recuperado, dejando salir el ladrillo visto, que se integra mucho con el acabado de las nuevas paredes en arcilla, y aporta una nueva textura al espacio interior.
Como concepto se buscó darle al proyecto un carácter natural y acogedor, sin caer en los tópicos de restaurante tailandés. Usando elementos naturales, se percibe que en este espacio además de comer tailandés, se come sano.
Las dos zonas de sala principal tienen las paredes revestidas de arcilla tipo Ecoclay, que nos ayudan a la absorción acústica, controlando la reverberación y también a regular la humedad. El mobiliario de bancos y muebles auxiliares se plantea como madera de pino natural.
En el techo se colocan unos paneles de mimbre generando un ambiente más de chiringuito desenfadado que combinado con lámparas también de mimbre y plantas naturales tipo plataneras nos ayudan a crear esta fusión natural y sostenible en el espacio.
Para más información visiten: Dom Arquitectura
No hay comentarios:
Publicar un comentario