Toda pieza es importante en una buena decoración y por eso hay que escoger bien cada una de ellas.
Cada estilo tiene su propio aparador blanco
Si algo tiene el blanco es que puede adaptarse a casi cualquier estilo. Por eso, para los amantes de este color, un aparador blanco siempre quedará bien si lo elegimos con el diseño y el material adecuados. Un aparador en madera blanca será el mejor aliado para una decoración scandi, o también si queremos dar un toque nórdico.
No olvide que para estas decoraciones es importante jugar con las texturas y los colores suaves. Otro de los estilos donde un aparador blanco tendría un papel protagonista es el romántico; grandes muebles con puertas talladas y patas isabelinas para que la casa rebose elegancia. Puede combinarlo con madera para dar un toque de antigua masía o con rosa para crear un ambiente de lo más chic.
Un aparador blanco con siete vidas
Pero, sin duda, la gran ventaja de un aparador blanco es el juego que da para reciclarlo y reutilizarlo. No es necesario mantener una misma decoración durante años; las modas van cambiando y nosotros adaptándonos a la última tendencia. Cuando encontramos un aparador blanco que nos gusta, no queremos deshacernos de él, pero sí que podemos darle una nueva vida en un nuevo estilo. No hacen falta demasiados productos ni maña en exceso para hacer un buen DIY.
Con un poco de paciencia y dejándonos llevar por nuestra vena artística es posible tener un aparador nuevo en un abrir y cerrar de ojos. Puede utilizar algún producto para desteñir el blanco de su aparador y darle un toque envejecido. Con este simple paso hay varios estilos en los que encajará añadiendo solo algunos elementos:
Forre algunos de sus cajones con tela de estampado floral y conseguirá un mueble vintage ¡listo para sorprender a sus visitas!
Pinte líneas azules horizontales en las puertas y añada algún ancla al diseño. Su aparador blanco se convertirá en una pieza de estilo atlántico divertida y original.
Cada estilo tiene su propio aparador blanco
Si algo tiene el blanco es que puede adaptarse a casi cualquier estilo. Por eso, para los amantes de este color, un aparador blanco siempre quedará bien si lo elegimos con el diseño y el material adecuados. Un aparador en madera blanca será el mejor aliado para una decoración scandi, o también si queremos dar un toque nórdico.
No olvide que para estas decoraciones es importante jugar con las texturas y los colores suaves. Otro de los estilos donde un aparador blanco tendría un papel protagonista es el romántico; grandes muebles con puertas talladas y patas isabelinas para que la casa rebose elegancia. Puede combinarlo con madera para dar un toque de antigua masía o con rosa para crear un ambiente de lo más chic.
Un aparador blanco con siete vidas
Pero, sin duda, la gran ventaja de un aparador blanco es el juego que da para reciclarlo y reutilizarlo. No es necesario mantener una misma decoración durante años; las modas van cambiando y nosotros adaptándonos a la última tendencia. Cuando encontramos un aparador blanco que nos gusta, no queremos deshacernos de él, pero sí que podemos darle una nueva vida en un nuevo estilo. No hacen falta demasiados productos ni maña en exceso para hacer un buen DIY.
Con un poco de paciencia y dejándonos llevar por nuestra vena artística es posible tener un aparador nuevo en un abrir y cerrar de ojos. Puede utilizar algún producto para desteñir el blanco de su aparador y darle un toque envejecido. Con este simple paso hay varios estilos en los que encajará añadiendo solo algunos elementos:
Forre algunos de sus cajones con tela de estampado floral y conseguirá un mueble vintage ¡listo para sorprender a sus visitas!
Pinte líneas azules horizontales en las puertas y añada algún ancla al diseño. Su aparador blanco se convertirá en una pieza de estilo atlántico divertida y original.
Vía: Westwing
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