Con todos los artículos que llevamos publicados desde nuestros inicios parece mentira que todavía no le hayamos dedicado uno al sinfonier, ese pequeño gran mueble auxiliar que nos saca de apuros en más de una ocasión.
Para aquellos que no sepan de qué estamos hablando, el sinfonier es un mueble auxiliar alto y estrecho compuesto por cajones, que suele colocarse en el dormitorio principal o juvenil como almacenaje de apoyo.
Aunque en España se conoce principalmente con ese nombre, en realidad la forma correcta de escribirlo en castellano (según la RAE) sería “chifonier“, pues originalmente proviene del francés “chiffonier“. Éste a su vez procede del vocablo “chiffon“, que se traduce como trapo, por lo que puede entenderse que este mueblecito serviría originalmente para guardar retales u otros objetos típicos que uno nunca sabe dónde poner (un cajón de sastre, vamos).
Ya sea por su peculiar nombre o por su formato, la mayoría de la gente suele referirse a él de distintas formas, fundamentalmente como cómoda o cajonera. Sin embargo, se diferencia de la cómoda en que ésta suele ser más ancha y más bajita. De hecho, en muchos dormitorios suelen emplearse ambos muebles en distintas zonas pero a juego, en el mismo material y tonalidad.
Sea como fuere, veamos algunas de sus principales características y cuestiones a tener en cuenta a la hora de elegir el sinfonier ideal.
1. El estilo decorativo
Como en la mayoría de las piezas de mobiliario, sinfoniers hay para todos los gustos y estilos, desde el más minimalista al más rococó. Basta observar el resto de la decoración del ambiente donde vaya y elegir uno que no desentone con el conjunto. Algunos ejemplos:
2. El tamaño y formato
Lo habitual en los sinfonier es encontrarlo en el formato tradicional, es decir, alto, más bien estrecho y con cajones de arriba a abajo. Sin embargo, últimamente también se empiezan a hacer en formatos más anchos, casi casi asemejándose a una especie de cómoda alta.
En estos casos, a veces se aprovecha para colocar un doble cajón en la zona superior o múltiples casetones de arriba a abajo.
Por último, para los más originales y arriesgados encontramos algunos sinfonier de formatos irregulares, basados por ejemplo en cajones apilados unos encima de otros.
3. La ubicación
Tal como comentamos al principio, el sinfonier suele acompañar a las habitaciones, tanto en el dormitorio principal como en el dormitorio infantil o juvenil.
Sin embargo no es ésta la única zona donde podemos ubicarlo, ya que es un mueble perfecto para acompañar por ejemplo a una entrada, un rincón de lectura o un hueco en el salón.
4. ¿Uno o dos?
A la hora de elegir un sinfonier, lo más común es optar por una sola pieza exenta para cubrir algún hueco concreto.
Sin embargo, una opción muy decorativa es colocarlo a pares, de igual modelo y altura. Éstos pueden reemplazar al clásico aparador de salón o a la cómoda del dormitorio, consiguiendo un efecto muy decorativo y original.
5. El color
Como ocurre con cualquier otra pieza de mobiliario, el tono elegido para el sinfonier dependerá del estilo decorativo, de la tonalidad general del ambiente al que acompañe o de la personalidad que le queramos dar.
Normalmente se suele optar por colores neutros, ya sean blancos, grises, beiges o negros, pero si se quiere dar un toque informal, divertido y juvenil, siempre se podrá optar por darle un toque de color, ya sea de forma protagonista (en los propios frentes cajones) o de forma más sutil (en los propios tiradores).
6. El material
La última de las características a tener en cuenta a la hora de elegir el sinfonier más adecuado es el material del que está compuesto. Así, según nuestros gustos y preferencias podremos elegirlo en madera vista en metal, en DM lacado en distintos colores o en una combinación de varios materiales
¿Y dónde los encuentro?
El sinfonier es una pieza presente en casi todas las marcas de mobiliario, por lo que puede salir a la calle y recorrerse cualquier tienda de decoración de su zona, que seguro que encuentra alguno.
Sin embargo, si prefiere la comodidad de internet, lo mejor es acceder a portales que agrupan a una gran cantidad de marcas en una misma web para que de un vistazo pueda acceder a todos ellos. En LionsHome por ejemplo tienen un apartado específico para sinfonier con más de 570 opciones.
1. El estilo decorativo
Como en la mayoría de las piezas de mobiliario, sinfoniers hay para todos los gustos y estilos, desde el más minimalista al más rococó. Basta observar el resto de la decoración del ambiente donde vaya y elegir uno que no desentone con el conjunto. Algunos ejemplos:
Sinfonier de estilo clásico
Sinfonier de estilo Industrial
Sinfonier de estilo colonial
Sinfonier de estilo Vintage
Sinfonier de estilo Shabby Chic
Sinfonier de estilo escandinavo
Sinfonier de estilo contemporáneo
Sinfonier de estilo Industrial
Sinfonier de estilo colonial
Sinfonier de estilo Vintage
Sinfonier de estilo Shabby Chic
Sinfonier de estilo escandinavo
Sinfonier de estilo contemporáneo
2. El tamaño y formato
Lo habitual en los sinfonier es encontrarlo en el formato tradicional, es decir, alto, más bien estrecho y con cajones de arriba a abajo. Sin embargo, últimamente también se empiezan a hacer en formatos más anchos, casi casi asemejándose a una especie de cómoda alta.
En estos casos, a veces se aprovecha para colocar un doble cajón en la zona superior o múltiples casetones de arriba a abajo.
Por último, para los más originales y arriesgados encontramos algunos sinfonier de formatos irregulares, basados por ejemplo en cajones apilados unos encima de otros.
3. La ubicación
Tal como comentamos al principio, el sinfonier suele acompañar a las habitaciones, tanto en el dormitorio principal como en el dormitorio infantil o juvenil.
Sin embargo no es ésta la única zona donde podemos ubicarlo, ya que es un mueble perfecto para acompañar por ejemplo a una entrada, un rincón de lectura o un hueco en el salón.
4. ¿Uno o dos?
A la hora de elegir un sinfonier, lo más común es optar por una sola pieza exenta para cubrir algún hueco concreto.
Sin embargo, una opción muy decorativa es colocarlo a pares, de igual modelo y altura. Éstos pueden reemplazar al clásico aparador de salón o a la cómoda del dormitorio, consiguiendo un efecto muy decorativo y original.
5. El color
Como ocurre con cualquier otra pieza de mobiliario, el tono elegido para el sinfonier dependerá del estilo decorativo, de la tonalidad general del ambiente al que acompañe o de la personalidad que le queramos dar.
Normalmente se suele optar por colores neutros, ya sean blancos, grises, beiges o negros, pero si se quiere dar un toque informal, divertido y juvenil, siempre se podrá optar por darle un toque de color, ya sea de forma protagonista (en los propios frentes cajones) o de forma más sutil (en los propios tiradores).
6. El material
La última de las características a tener en cuenta a la hora de elegir el sinfonier más adecuado es el material del que está compuesto. Así, según nuestros gustos y preferencias podremos elegirlo en madera vista en metal, en DM lacado en distintos colores o en una combinación de varios materiales
¿Y dónde los encuentro?
El sinfonier es una pieza presente en casi todas las marcas de mobiliario, por lo que puede salir a la calle y recorrerse cualquier tienda de decoración de su zona, que seguro que encuentra alguno.
Sin embargo, si prefiere la comodidad de internet, lo mejor es acceder a portales que agrupan a una gran cantidad de marcas en una misma web para que de un vistazo pueda acceder a todos ellos. En LionsHome por ejemplo tienen un apartado específico para sinfonier con más de 570 opciones.
En resumen, una pieza perfecta para guardar tanto pequeños objetos que no sepamos dónde colocar (hay quien lo usa de botiquín o de buc de trabajo para papeles) como elementos textiles bien ordenados en su interior, como pañuelos y fulares o ropa interior. ¡En la variedad está el gusto!
Vía: Decofilia
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