No es muy habitual tener un jardín vertical en la fachada de un local. Y menos, unas gafas gigantes que pregonan a los cuatro vientos nuestra condición de “voyeurs” (o mirones). Lambik, un local de tapas y copas en la zona mas animada de Málaga capital, cumple ambos requisitos… y alguno más. Un espacio para salir, ver y ser visto, cuyo diseño firman c2interioristas. Un proyecto, además, realizado en un plazo exprés: solo 20 días.
Este es el segundo local diseñado por el estudio para esta firma. A diferencia del primero, ubicado en Córdoba, el cliente solicitó a los autores un diseño más natural y con menos carga cromática. Aprovechar al máximo los elementos existentes y un plazo de entrega de ¡20 días!, también eran requisitos principales del encargo.
El local posee unos 125 m² de superficie más 25 m² más terraza. Al no tratarse de una reforma integral, la mayor parte de los elementos estructurales se han mantenido. Sólo la iluminación y los revestimientos se han rediseñado, a excepción del suelo vinílico (imitación a madera) y los baños.
Lambik cuenta además con grandes cristaleras que le aportan vistas al exterior y una gran luminosidad. Como efecto multiplicador de la entrada de luz natural, se han colocado dos grandes espejos a modo de vidrieras enmarcados -al igual que la carpintería original- en madera teñida en color negro.
Un gran jardín vertical artificial contagia un aire natural al local y arropa al símbolo más característico de la marca. el par de gafas gigantes Lambik, realizadas en madera de abeto y espejo, y retroiluminadas con tiras de Leds RGB.
Para restar horizontalidad al techo y eliminar el efecto de nave industrial, los autores de la rehabilitación han colocado un sistema de lamas de madera sobre una estructura colgada de Pladur, acabada también en color negro. Esta estructura esconde la iluminación Led RGB y varias bombillas colgantes regulables, tipo Edison. Para el revestimiento de pilares y paredes se ha elegido un panel de ladrillo sintético en color blanco.
El espacio se ha distribuido creando dos zonas separadas por un pequeño tabique de cartón-yeso a media altura. En la zona exterior, junto a los ventanales, el mobiliario es de color negro y madera. En la del otro lado, que cuenta con una menor iluminación natural, los tonos blanco y madera son, en cambio, los que predominan en los muebles.
Para dar forma a la barra se ha tomado como base la estructura original, ahora revestida con una nueva encimera de abeto natural con iluminación Led RGB. En el frontal también se han utilizado lamas de abeto, pero con un efecto decapé en color blanco. Este recurso hace que destaque más el logotipo del local, en color negro.
Para más información visiten: c2interioristas
Vía: diarioDESIGN
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