El taburete Propellor, también conocido como taburete “hélice”, fue diseñado en 1930 por Kaare Klint, arquitecto y diseñador industrial danés, padre del diseño del mueble contemporáneo en Dinamarca, aunque no fue oficialmente presentado hasta la Joiners Guild Furniture Exhibition de 1964.
La especialidad de Kaare Klint era solucionar de forma elegante los problemas sencillos. Para él cada pieza debía cumplir su función, ser de construcción sencilla, tener unas proporciones acordes al cuerpo humano y estar diseñada en materiales de la más alta calidad.
La novedad del taburete Propeller fue el diseño de sus patas de madera en forma de hélice, un sistema que facilitaba la unión de las mismas al plegar el asiento, siendo el precursor de los asientos plegables (taburetes y sillas) que tanto se han utilizado a lo largo del tiempo.
De formas sencillas y ligeras, Kaare Klint demuestra con este taburete que con la misma resistencia natural de la madera se puede conseguir una pieza esbelta, continua y puramente funcional.
El taburete Propellor, con unas dimensiones de 54x49x45cm, se realizó en madera de haya natural y madera de roble barnizada, existiendo dos versiones de asiento, uno en tela de fibra natural y otro en cuero de buey con distintas tonalidades.
Como elemento opcional se incluía también una bandeja en las mismas maderas, que colocada en la parte superior funcionaba como una pequeña mesa auxiliar.
La especialidad de Kaare Klint era solucionar de forma elegante los problemas sencillos. Para él cada pieza debía cumplir su función, ser de construcción sencilla, tener unas proporciones acordes al cuerpo humano y estar diseñada en materiales de la más alta calidad.
La novedad del taburete Propeller fue el diseño de sus patas de madera en forma de hélice, un sistema que facilitaba la unión de las mismas al plegar el asiento, siendo el precursor de los asientos plegables (taburetes y sillas) que tanto se han utilizado a lo largo del tiempo.
De formas sencillas y ligeras, Kaare Klint demuestra con este taburete que con la misma resistencia natural de la madera se puede conseguir una pieza esbelta, continua y puramente funcional.
El taburete Propellor, con unas dimensiones de 54x49x45cm, se realizó en madera de haya natural y madera de roble barnizada, existiendo dos versiones de asiento, uno en tela de fibra natural y otro en cuero de buey con distintas tonalidades.
Como elemento opcional se incluía también una bandeja en las mismas maderas, que colocada en la parte superior funcionaba como una pequeña mesa auxiliar.
Vía: Decofilia
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