miércoles, 12 de octubre de 2016

Decorar el salón con un sofá blanco

Es luminoso, atemporal, increíblemente versátil y ligero. Lo tenemos claro: el sofá blanco es lo justo lo que muchos salones sin vida necesitan.
Si aún se resiste a decorar con un sofá blanco porque piensa que este color se ensucia con facilidad, después de leer este artículo tal vez cambie de opinión. Son muchos los motivos para convertir a esta pieza en el rey de la sala de estar.

Atemporal y fácil de combinar

El blanco es la base perfecta para cualquier habitación. Un color muy versátil que va con todo tipo de estilos, tendencias, texturas, materiales y colores. Lo mejor de todo es que no resta protagonismo a otros elementos de la habitación, como por ejemplo detalles de la propia arquitectura, molduras en el techo o en la pared…

Otra gran ventaja estética es que el blanco contribuye a resaltar los textiles del salón, como el estampado de los cojines y de las alfombras. El contraste cromático que se produce sobre una base blanca es simplemente irresistible.

Luminoso y ligero

Pero hay otra buena razón para decantarse por el sofá blanco: la luminosidad. El blanco refleja la luz y contribuye a crear ambientes luminosos y espaciosos. Incluso aunque escojamos un sofá de gran tamaño, la luz que irradia el blanco aligera el volumen de esta pieza que resulta mucho más liviana.

Por todo ello, el blanco es una gran elección para decorar un salón pequeño, de interior o con poca luz natural. Un truco para ganar amplitud consiste en escoger un tono de blanco muy similar al de la pared. De esta forma, el sofá se funde con la pared, potenciando al máximo la amplitud y la luminosidad.

Un lienzo en blanco para experimentar

Otra ventaja de decorar la sala de estar con un sofá blanco es que nos permite probar y jugar con todo tipo de cojines y alfombras. Textiles con tela de saco, con un exótico estampado kilim, con prints geométricos variados, con ricas texturas, con efecto metalizado y brillante…

Con estos pequeños detalles, conseguimos que nuestro sofá luzca de forma totalmente diferente. Así podemos renovar el estilo de la sala de estar muy fácilmente y sin hacer grandes cambios. Y esto mismo sucede con otros textiles como las alfombras o las cortinas.

Los mejores materiales

Tal vez el único inconveniente del sofá blanco es que es un imán para la suciedad, ya que las manchas se notan mucho en este color que en otros. ¿La solución? Para los momentos más delicados, nada mejor que echar mano a una funda de sofá de algún color similar para proteger a nuestro sofá.

Además, también le recomendamos optar por tejidos resistentes y fáciles de limpiar para un sofá blanco mucho más duradero. En cuanto a fibras naturales, nada mejor que el algodón: transpirable, hipoalergénico, suave y resistente. Si opta por las fibras sintéticas, el poliéster es su gran aliado: resiste, duradero y fácil de limpiar.

¿Le preocupan las manchas? Entonces un sofá desenfundable

¿Tiene niños en casa? Entonces el sofá blanco ideal para usted es desenfundable y está elaborado con algún tejido tan resistente como los que te hemos propuesto antes. De esta forma,solamente tiene que retirar la funda para conseguir que su sofá luzca como el primer día.

¿No le parecen suficientes motivos para decorar el salón con un sofá blanco? Aquí tienes otra razón: el blanco es un color que transmite sensación de calma, serenidad, pureza y orden. Por todo ello, en un espacio como la sala de estar, destinada al descanso, el sofá blanco se convierte en la mejor opción de todas.

Vía: decorablog

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