

Según él mismo dice, a Miquel Milá le interesan los materiales nobles, que saben envejecer, y esto también se debe en buena parte al hecho de que le gusta un modo de trabajo cercano a lo artesanal. Procedimientos que le permiten corregir errores y experimentar, procesos en los que se pueden introducir cambios, correcciones y mejoras según se progresa, en definitiva un control total del mismo que sólo es posible a través de una actitud de “manos en la masa”. Buenos ejemplos de este tipo de materiales son las lámparas Cesta, de madera; la Manila,de caña; la M68, de aluminio, o las pantallas de metacrilato o de lino natural de la serie Americana.
Milá empezó a diseñar y producir sus piezas, muebles y lámparas fundamentalmente, a través de Tramo: empresa que fundó con los arquitectos Pérez Ullibarri y Ribas Barangé y de la que salieron diseños como las luminarias de este artículo: TMC (1958) y TMM (1961). En 1987 el diseñador obtuvo el Premio Nacional de Diseño (en su primera edición). Algo más de dos décadas después, en 2008, le se le concedió el Compasso D’Oro por su trayectoria profesional y su contribución a la difusión del diseño español en el mundo.
La estructura en madera de la lámpara puede ser de cerezo, wengué, haya, nogal o roble natural. La pantalla regulable en altura está fabricada con cartulina blanca o beige (difusor superior de polímero técnico blanco opcional). La lámpara se enciende y se apaga tirando levemente del cable.
En la lámpara TMC –Tramo Móvil Cromada–, la estructura metálica es cromada en la parte superior y negra o roja en la parte inferior. La pantalla, que es similar a la de la TMM, en ésta es de metacrilato blanco e igualmente regulable en altura. De nuevo, un simple gesto como tirar levemente del cable hace las veces de interruptor.

La estructura en madera de la lámpara puede ser de cerezo, wengué, haya, nogal o roble natural. La pantalla regulable en altura está fabricada con cartulina blanca o beige (difusor superior de polímero técnico blanco opcional). La lámpara se enciende y se apaga tirando levemente del cable.

En 2011, cuando la lámpara TMC cumplió 50 años, se realizaron cambios en el diseño de la misma, recuperando detalles del diseño original e incorporando mejoras en el sistema de movimiento de la pantalla. Naturalmente, el propio Miquel Milá se encargó de la supervisión de los detalles y piensa que ésta será la versión definitiva.
Para más información visiten: Santa & Cole
Vía: diarioDESIGN
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