


El estudio decidió conservar los elementos originales del inmueble, como la imponente escalinata de mármol y otra de caracol, pinturas al fresco, artesonados, parqués y boisseries.
Destaca la famosa escalera de caracol construida en 1957, cuya característica principal es que no se apoya en el suelo inferior, sino que está suspendida del entramado metálico del piso más alto del edificio, lo que le da un aspecto ligero y aéreo.
Al mismo tiempo se han sustituido de forma integral todas las instalaciones del edificio, dando como resultado un entorno distinguido, lleno de historia y a la vez contemporáneo y confortable.

Así, sus 83 habitaciones (5 de ellas, suites) están pensadas para ofrecer todas las comodidades posibles: la ropa de cama está realizada con sábanas de 300 hilos de algodón egipcio mercerizado y toallas de 600gr. Albornoces y zapatillas de nido de abeja, y cosmética de la prestigiosa Ortigia, realizados 100% con productos naturales de la zona del Mediterráneo.
Entre sus otros servicios exclusivos destaca la biblioteca, ubicada en una de las estancias de la planta noble que los socios del Gremio de Algodoneros usaban como zona de reunión y club social. Aquí, los huéspedes pueden relajarse resguardados del bullicio de la gran ciudad y degustar del tradicional té inglés a media tarde. Además, estos salones pueden acoger reuniones de trabajo, celebraciones o eventos.

Asimismo, el hotel cuenta con una espaciosa terraza de 300 m2 de frondosa vegetación accesible desde su personalísimo Bar & Restaurant Batuar, que debe su nombre al proceso de eliminar las impurezas del algodón. Los nombres, como casi todo en este hotel, rescatan, recuperan y se inspiran en la rica tradición textil de la ciudad.
La terraza se halla en la parte posterior del hotel, en un amplio patio interior de manzana muy característico de los edificios del barrio de l’Eixample.
estupenda piscina exterior con vistas. Por último, el espacio Gossypium (“flor de algodón”, en latín) reinventa el tradicional servicio de conserjería poniendo el acento en ofrecer a cada huésped la información que a él más le pueda interesar, ya sea cultural, artística, gastronómica o de tipo práctico. A través de estos “gossyps” la experiencia de Barcelona puede ser más intensa, enriquecedora y auténtica.
Para más información visiten: Hotel Cotton House, Lázaro Rosa Violán
Vía: diarioDESIGN
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