Normalmente el material pétreo se utiliza en las cocinas para la superficie de trabajo (la encimera), pero no para el revestimiento de puertas y cajones. El arquitecto Jonas Lindvall quiso romper esa tendencia diseñando una cocina de mármol de Carrara, que fue creada como una isla de lujo para colocar en una posición centrada, donde toda ella está revestida con ese material noble.
La isla tiene unas dimensiones de 300 x 65 cm, viene provista de armarios y grandes cajones, placas de cocinar, y fregadero. Su aspecto es absolutamente monolítico, y posee un bloque de encimera de 100mm de espesor, al que se le han cortado los huecos para el fregadero y fogones. La estructura y cajones están realizados en madera, pero el revestimiento final se ha hecho con placas de mármol de 6mm de espesor.
El diseño de esta cocina no deja de ser todo un atrevimiento, no ya por el peso extra que puede suponer el mármol, sino porque una cocina de mármol de Carrara se va a manchar y estropear más fácilmente que si estuviera terminada con materiales que requieren de un menor mantenimiento. Recordemos que el mármol se daña con ácidos y álcalis, como el zumo de limón, vinagre, y el vino. Tampoco se van a poder utilizar los productos de limpieza habituales que se compran en el supermercado, porque estropearían su superficie debido a los productos químicos que contienen.
El diseño de esta cocina de mármol fue realizado por el arquitecto y diseñador Jonas Lindvall para Ballingslöv, una marca sueca que inició su camino en 1929, gestionada por Albin Svensson, y que produce sus muebles en una fábrica de una pequeña localidad situada al norte de Skåne. Su primer catálogo fotografiado data de 1950, en 1978 consiguió ser el primer fabricante de cocinas del país en adquirir el certificado de calidad Møbelfakta, y en los años 2012 y 2013 logró ser premiada con el sello “Bäst i test” por una revista de consumidores suecos.
Para más información visiten: Ballingslöv
Vía: is Arquitectura
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