Descripción de los arquitectos. Nos encontramos con una vivienda del Eixample esquerra de principios del siglo XX, con dos habitaciones orientadas a sud-oeste, a la calle Casp, mientras que la sala-comedor presenta una orientación nord-este, abierta al patio interior de manzana a través de una galería. La zona central del piso era muy oscura y presentaba una distribución demasiado fragmentada.
El encargo nace de la voluntad de los propietarios de renovar los servicios e instalaciones (totalmente obsoletos) al mismo tiempo que intentar mejorar los aspectos de iluminación natural de toda la vivienda. Debido al bajo presupuesto que se disponía, proponemos aprovechar al máximo todos los elementos preexistentes y planteamos destinar la mayor parte del presupuesto a las instalaciones, cocina y baño, restaurando el suelo existente y las carpinterías para rebajar la partida de acabados.
En este sentido, toda la operación se concentrará en la crujía central de acceso donde se propone un vaciado total. Se derriban los tabiques y el falso techo, con lo que se gana altura y se visualiza el forjado original de vuelta catalana. Se propone una abertura que conecta el espacio de cocina con la sala principal, permitiendo un mayor flujo de luz y potenciando las relaciones domésticas de los habitantes. La nueva estructura se resuelve con dos perfiles UPN 180 y dos pilares UPN 140 formando un marco que se relaciona con otras carpinterías preexistentes.
La cocina y el baño se conciben como un único mueble que se inserta en el espacio vacío. Utilizamos el contrachapado de abeto, barnizado con un punto de pintura blanca, para introducir cierta calidez al conjunto combinado con el DM lacado en blanco. Las dos piezas se resuelven con el mismo pavimento contínuo a base de varias capas de masilla de alta resistencia teñida de gris claro y pulida. El resto del pavimento de la vivienda se mantiene. La zona de noche estaba pavimentada con mosaico hidráulico en buen estado de conservación, mientras que la zona de día curiosamente estaba pavimentada con un terrazo gris supuestamente de la misma época y no un añadido posterior. Le damos el mismo valor a ambos materiales. Reemplazamos las partes dañadas del terrazo por otras piezas que sacamos de la zona de la entrada y decapamos los dos pavimentos.
Finalmente se pinta íntegramente todo el piso de blanco para reforzar la iluminación natural y homogenizar las distintas estancias y texturas de la envolvente.
Para más información visiten: Carles Enrich Gimenez
Vía: Plataforma Arquitectura
El encargo nace de la voluntad de los propietarios de renovar los servicios e instalaciones (totalmente obsoletos) al mismo tiempo que intentar mejorar los aspectos de iluminación natural de toda la vivienda. Debido al bajo presupuesto que se disponía, proponemos aprovechar al máximo todos los elementos preexistentes y planteamos destinar la mayor parte del presupuesto a las instalaciones, cocina y baño, restaurando el suelo existente y las carpinterías para rebajar la partida de acabados.
En este sentido, toda la operación se concentrará en la crujía central de acceso donde se propone un vaciado total. Se derriban los tabiques y el falso techo, con lo que se gana altura y se visualiza el forjado original de vuelta catalana. Se propone una abertura que conecta el espacio de cocina con la sala principal, permitiendo un mayor flujo de luz y potenciando las relaciones domésticas de los habitantes. La nueva estructura se resuelve con dos perfiles UPN 180 y dos pilares UPN 140 formando un marco que se relaciona con otras carpinterías preexistentes.
La cocina y el baño se conciben como un único mueble que se inserta en el espacio vacío. Utilizamos el contrachapado de abeto, barnizado con un punto de pintura blanca, para introducir cierta calidez al conjunto combinado con el DM lacado en blanco. Las dos piezas se resuelven con el mismo pavimento contínuo a base de varias capas de masilla de alta resistencia teñida de gris claro y pulida. El resto del pavimento de la vivienda se mantiene. La zona de noche estaba pavimentada con mosaico hidráulico en buen estado de conservación, mientras que la zona de día curiosamente estaba pavimentada con un terrazo gris supuestamente de la misma época y no un añadido posterior. Le damos el mismo valor a ambos materiales. Reemplazamos las partes dañadas del terrazo por otras piezas que sacamos de la zona de la entrada y decapamos los dos pavimentos.
Finalmente se pinta íntegramente todo el piso de blanco para reforzar la iluminación natural y homogenizar las distintas estancias y texturas de la envolvente.
Para más información visiten: Carles Enrich Gimenez
Vía: Plataforma Arquitectura
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