¡Cuántas veces lo habremos visto en la televisión! La "perfecta ama de casa" vaporiza un producto milagro sobre la mesa de madera, pasa un paño y como por arte de magia, la superficie brilla como un espejo… Lamentablemente, la realidad no es así de sencilla, porque los muebles de madera son muy distintos unos de otros. Cualquier restaurador o experto en el cuidado de la madera lo puede aseverar: antes de aplicar cualquier producto sobre un mueble de madera, hay que conocer qué tipo de acabado lleva.
No es lo mismo limpiar un mueble encerado y rústico, que hacerlo con un mueble de estilo barnizado con goma-laca a muñequilla. Pero si lo hacemos bien, la madera nos lo agradecerá manteniéndose en perfecto estado durante muchos, muchos años; además, irá ganando intensidad, atractivo y profundidad de tono con las limpiezas. Aquí van algunos consejos.
Muebles encerados
La acumulación de capas de cera puede hacer que el mueble termine perdiendo el brillo y presentando zonas más oscuras, sobre todo en los lugares donde hay molduras, torneados o tallas. En ese caso, el mueble se puede limpiar con un producto desencerador (a la venta en buenas droguerías y centros de bricolaje) o, en su defecto, con una mezcla al 50% de esencia de trementina y aceite de linaza (agitar bien antes de usarla).
La cera se retira frotando suavemente con un lanilla de acero del nº 000 humedecida en el líquido, y secando después con un paño de algodón seco. Para volver a encerar, lo mejor es emplear cera incolora de anticuario; se aplica una mano bien extendida con brocha, se deja secar dos horas y se saca brillo con un cepillo para zapatos envuelto en una media. Después se vuelve a encerar, se espera que pasen 24 horas y se repite la operación de pulimentado.
Muebles barnizados a munequilla (con goma-laca)
Estos muebles sólo requieren que se les quite el polvo periódicamente con un paño suave, preferiblemente de algodón (por ejemplo, de camiseta). Basta para mantenerlos brillantes y pulidos. Si han perdido el brillo, puede ser porque se les ha dado cera. Entonces hay que limpiarlos con la mezcla mencionada en el párrafo anterior; después se dejan caer unas gotas de aceite de vaselina y se frota la superficie suavemente con lanilla de acero nº 000 en el sentido de la veta (extendiendo el aceite). Luego se pasa una muñequilla hecha con tela de camiseta y algodón, ligeramente humedecida en alcohol de 96º y haciendo ochos en el sentido de la veta, hasta que el aceite se absorba y la madera brille.
Muebles barnizados a pistola
En este caso sí se pueden aplicar los productos comerciales en aerosol para limpiar las superficies, ya que el barniz es muy resistente y protege a la madera. Sin embargo, lo mejor es quitar el polvo simplemente con un plumero o un trapo suave y limpio; los productos suelen dejar una fina capa que, con el tiempo, termina por oscurecerse y eliminar el brillo de los muebles. Limpiarlos de vez en cuando con desencerador o con la mezcla de esencia de trementina y aceite es siempre una buena idea. De todas formas, antes de aplicar esta mezcla o cualquier líquido a un mueble de madera, siempre conviene hacer una prueba en un lugar no visible para ver cómo afecta al barniz. Si no lo altera, se puede utilizar sin problemas.
Vía: Deco Estilo
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