Las curvas definen a este lujoso hotel boutique desde su misma fachada de ladrillos. El equipo formado por el diseñador francés Philippe Starck, a través de su estudio yoo, y el estudio de arquitectos David Archer Architect –un tándem que colabora conjuntamente en residencias y hoteles de todo el mundo– ha sido el encargado de recuperar el icónico esplendor del edificio.
Ellos se han encargado de las 91 habitaciones y resto de zonas, pero han elegido los productos de la marca italiana para el ya citado restaurante, situado en el primer piso, y el bar del hotel, el GNH, con acceso directo desde la calle. El Plum + Spilt Milk mezcla, por tanto, la visión creativa de Stark y los diseños originales de Fratelli Boffi.
El estilo es uniforme pero, definitivamente, varía en formas. Bancos con formas sinuosas, mesas circulares, respaldos rectos y redondeados… todos ellos forman un efecto ondulante que envuelve al espacio y evoca un pasado glamuroso.
Este juego de curvas sirve al mismo tiempo para dividir el espacio, proporcionando ambientes más reservados.
Confort y calidez son otros de los adjetivos que se pueden aplicar a estos muebles artesanos y diseñados en exclusiva para el proyecto. Lujo, sería el otro gracias al efecto de la madera pulida y el cuero – en tonos claros y marrones – para los tapizados.
Por último, pero no menos importante, el protagonismo de la iluminación. La luz natural que entra por los ventanales baña todo el espacio y complementa a las lámparas de cristal que cuelgan del techo, las cuales -con sus formas redondeadas– crean otro juego de curvas que se funde con el del resto del mobiliario, aumentando el efecto sinuoso.
Para más información visiten: Great Northern Hotel, restaurante Plum + Spilt Milk, Fratelli Boffi, Philippe Starck, Estudio yoo
Vía: diarioDESIGN
No hay comentarios:
Publicar un comentario