Cuando se estropea un grifo o cuando decidimos cambiarlo por otro más funcional o con un estilo más moderno, normalmente no hacemos nada con el antiguo. O se lo lleva el fontanero por si lo puede aprovechar o nos deshacemos de él directamente, pero lo habitual es que no pensemos en darle a un grifo otro uso.
Sin embargo hay quien busca segundos usos para cualquier cosa, y si los palés pueden servir para hacer casi de todo, los grifos no, pero sí que pueden servir para hacer colgadores, que por lo que estamos comprobando casi se pueden hacer tomando como punto de partida cualquier elemento.
La idea es coger los viejos grifos, o parte de ellos, dependiendo de cual sea su forma y colocarlos sobre un tablero de madera que hará las veces de base el colgador. Será la madera la que luego podremos colgar en la pared para que el colgador resulte funcional ya sea en el recibidor de la casa, en la entrada de la oficina o en el dormitorio.
Para darle un toque más divertido y para destacar el papel protagonista de los grifos en el colgador podemos pintarlos con algún color llamativo como por ejemplo el rojo, que destaque sobre la madera en la que los vamos a colocar, también podemos elegir el blanco que es más discreto o dejar el metal a la vista si lo que buscamos es un aspecto más industrial.
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Vía: Decoesfera
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