La actividad de Moritz no se ha centrado únicamente en el macroproyecto de El Born Centre Cultural. Acaba de renovar la fórmula de la M-Store, la tienda de su local, para convertirla en Souvenir, una instalación artística donde dibuja cómo son las ciudades donde se exporta su cerveza.
El espacio continúa dedicado al pan de alta gama de Triticum, la cerveza fresca, el merchandising Premium de la marca, los libros o los productos de diseño. Sin embargo, el comisario del espacio, Chu Uroz, presidente del ModaFAD, ha proyectado una instalación de 500 metros de cable que une todas las ciudades donde se puede tomar una Moritz.
Se trata de un cambio de temática pero siempre respetando el espíritu del local, un proyecto en el que Uroz ha contado con la colaboración del Máster de Interiores de External Reference Architects del Istituto Europeo di Design.
Souvenir reúne en un solo espacio los elementos más icónicos de cada una de estas urbes, como un puzzle de las Torres Petronas de Kuala Lumpur, la lámpara del Ampelmann berlinés o piezas tan kitsch como un auténtico monedero australiano hecho con escroto de canguro, entre muchos otros.
Pero Barcelona sigue siendo el leitmotiv de la tienda, por lo que Souvenir añade a la colección de productos que hasta ahora se vendían dos iconos de la ciudad: las tres chimeneas del rio Besós, convertidas en velas, y la mítica motocicleta Impala, customizada por Moritz.
Vía: diarioDESIGN
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