El Born Centre Cultural es un espacio singular y excepcional de 8.000 metros cuadrados que repasa tres siglos de la historia de Barcelona bajo la estructura de un mercado emblemático de la arquitectura del hierro del siglo XIX. Se trata de un museo que, a partir de la derrota de la ciudad en 1714, reúne el yacimiento arqueológico de la Ciutat del Born, la exposición permanente de la Barcelona de 1700, y la exposición dedicada al sitio de 1714. El centro también organizará un programa de actividades regulares a partir de varias disciplinas culturales y artísticas (lengua, literatura, música, cine, marionetas, danza, etc.), conferencias, entrevistas y charlas.
Moritz es el responsable del 300 del Born, el espacio gastronómico del centro, cuya cocina dirigirá el chef Jordi Vilà, reconocido ya con una estrella Michelin. El espectacular interiorismo de esta zona ha ido a cargo de Dani Freixes.
Su cocina gira alrededor de la cocina histórica catalana, con referencias a la ciudad, y siempre con ese toque de humor que caracteriza todas las acciones de Moritz. Así, la carta incluye platos que van desde el Pastel de Santa Eulàlia, la patrona de Barcelona, a otros como el Pan Negro, el Desayuno de Pacotilla, el Platillo de Villarroel, el Payés con Barretina o el Pastel de la Mercè, entre muchos otros. Son platos nada elitistas, dirigidos a un barrio muy competitivo desde el punto de vista de la oferta gastronómica, por lo que ninguno supera los 12 euros.
Además, Moritz se ha implicado en el proyecto con el lanzamiento de una nueva cerveza: la Barcelona Born 17.14, de degustación y venta exclusiva en El 300 del Born. Su nombre, además de ser un guiño a la fecha que se quiere rememorar, hace referencia a su extracto primitivo seco de 17,14º Balling, que indica que el mosto necesario para su elaboración, antes de la fermentación, contiene un 17,14% de azúcares.
La Barcelona Born 17.14 es una cerveza lager con una mezcla de miel aromatizada con jengibre y notas de bergamota y cardamomo. Su aspecto es turbio porque no se filtra y tiene partículas de levadura en suspensión. El uso de esta planta es una referencia a las droguerías de la época, donde se vendían grandes variedades de jengibre.
El 300 del Born también nace con la intención de ser algo más que un espacio puramente gastronómico. Por ello, organizará gran variedad de eventos y actividades relacionados con la historia de Barcelona, como rutas histórico-gastronómicas con Itinera; juegos de taberna para adultos de la mano de Oriol Ripoll; rutas urbanas con Brompton o 600 con Pumm Barcelona; charlas sobre ingredientes clave de la época como el pan, el chocolate o diferentes especias gracias a la Sàpiens y Cuina; y una programación musical vinculada a Time Out Barcelona.
Para más información visiten: Dani Freixes, El Born Centre Cultural
Vía: diarioDESIGN
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