Robert y John son amantes de los viajes y coleccionan esculturas hechas por los artistas locales de los lugares que visitan. Una afición que ha servido al arquitecto Reza Aliabadi para diseñar el elemento más personal de la nueva vivienda de sus clientes: un tótem convertido en galería de arte vertical, que se eleva atravesando los tres niveles de la casa, donde se exhiben las piezas de arte que John y Robert han traído de lugares de todo el mundo. Cada pieza ha sido cuidadosamente medida y colocada en un nicho creado específicamente para ella dentro de la torre.
Para diseñar la casa, el arquitecto partió de 10 cubos alineados con el sitio, que sirvieron para definir no sólo los espacios interiores, sino también para formular los límites del patio posterior, el paisaje, la zona de aparcamiento y la entrada cubierta de la casa. El tótem se asienta en el cubo central dividiendo el salón-comedor de la cocina en la planta baja y las dos habitaciones en el segundo piso.
A modo de mirador, una escalera abierta de madera discurre alrededor del tótem, permitiendo observar las obras de arte desde diferentes ángulos. Durante el día, las piezas están iluminadas por la luz que llega desde una claraboya que se abre sobre la escalera. Por la noche, la luz de los LEDs instalados dentro de los nichos ilumina cada pieza, proporcionando un agradable juego de llenos y vacíos luminosos.
La casa disfruta de una espléndida cocina blanca, que responde a los hábitos de cocinar de sus propietarios: dos personas que se preocupan mucho por el sabor de las comidas y que son minimalistas y elegantes. La zona de trabajo se concentra en la gran isla, donde para elaborar la comida se ha instalado una gran cocina a gas sin campana extractora tal como deseaban los clientes. Excepto los electrodomésticos, todo permanece oculto tras las puertas blancas de los armarios que cubren la pared de suelo a techo.
En el segundo piso, el dormitorio principal es también reflejo del estilo y el gusto de los propietarios de la casa por el buen diseño y el minimalismo. Se ha concebido como un ambiente abierto bañado por la luz natural, donde el cambio de suelo sirve para separar la zona húmeda y la de dormir. Un camino de baldosas de mármol en la zona húmeda se abre camino a modo alfombra en el pavimento de madera. La moderna bañera exenta, instalada en una esquina de la habitación, ofrece una agradable vista del patio.
Exteriormente, la vivienda se presenta como un volumen monolítico de ladrillo. De esta masa perfecta se han extraído dos pequeños bloques en las fachadas norte y sur y se han revestido de madera. La pequeña esquina de madera crea una interesante percepción, donde uno se imagina que la madera es el material del núcleo de la masa de ladrillo, como una manzana mordida que expone el color de su carne.
Para más información visiten: Reza Aliabadi
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