El otoño parece una época de inactividad en el jardín, pero es incierto… Por el contrario, es la temporada en que es imprescindible realizar algunas tareas, tanto de plantación, como de división de matas y trasplantes, además de las propias de limpieza y preparación para el frío. Airear y escarificar el césped, recoger las hojas secas, plantar bulbos (tulipán, Jacinto, narciso y lirio) y vivaces como los crisantemos, las margaritas y los pensamientos, dividir matas para crear nuevas plantas… ¡Hay muchas tareas que están esperando tu intervención en el jardín!.
Airear y escarificar el césped. El otoño es la época en la que el ambiente húmedo puede causar muchos problemas por hongos, etc. Además, el pisoteo a que se la ha sometido durante el verano probablemente habrá compactado el césped, y un suelo así es sinónimo de mal drenaje. Por eso es necesario airear el césped con una horca o un rodillo o bien unos modernos zapatos con pinchos de los que disponen ya algunas marcas especializadas en jardinería. Las perforaciones airean las raíces y drenan la humedad almacenada. Además, es necesario escarificar el césped con una herramienta manual, eléctrica o de gasolina llamada escarificador. Su función es cortar el fieltro que forman las hierbas secas y las raíces en la superficie del césped.
Recoger las hojas secas. Además de afear el jardín, causan problemas al acumularse en los canalones para lluvia de las casas o cuando se amontonan en algún rincón, ya que pueden generar el hábitat perfecto para fenómenos de pudrición y enfermedades fúngicas. Si hay poca superficie de césped, un rastrillo manual bastará, mientras que en praderas medianas o grandes se necesita un soplador de hojas.
Realizar los tratamientos periódicos. La humedad es el medio apto para las plagas y enfermedades de jardín; por eso es el momento de realizar los tratamientos periódicos adecuados.
Espaciar los riegos y eliminar los fertilizantes líquidos. Ya no es momento de continuar abonando las plantas con fertilizantes líquidos que puedan hacer crecer brotes tiernos vulnerables al frío. Sólo si es imprescindible se pueden echar abonos orgánicos, tipo humus o mantillo.
Equilibrar la copa de los arbustos. Al terminar su floración, magnolios, camelias, hortensias, jazmín de invierno y forsythias acogen bien una ligera poda de las ramas que sobresalen más.
Plantar rosales a raíz desnuda. Ahora es el momento de plantar rosales a raíz desnuda (más baratos), desbotonar las ramas que ya han tenido floración por si se produce una nueva floración tardía y un poco más adelante hacer una suave poda de estos arbustos.
Plantar bulbos y rizomas. Los bulbos que florecen en la primavera (tulipanes, narcisos, jacintos y lirios) se plantan en octubre-noviembre. También se pueden extraer los bulbos de verano y guardarlos secos envueltos en papel de periódico en un sitio fresco y oscuro (caja de cartón o maceta de barro tapada con su plato).
Sembrar plantas anuales de flor con floración invernal como la cineraria, los pensamientos, las violetas y las caléndulas…
Dividir las matas de margaritas y crisantemos. Es el momento de disfrutar en el jardín de la floración de estas plantas, y de dividirlas para crear nuevos ejemplares, verificando que sus raíces están en perfectas condiciones.
Eliminar las anuales que ya hayan terminado su ciclo. Las plantas anuales o de temporada son aquellas no leñosas que ponen la nota florida en el jardín durante la primavera y el verano. Ahora llega el momento de eliminarlas de raíz o cortarlas a ras. Algunas son bianuales y vuelven a crecer la siguiente primavera.
Plantar, trasplantar y acolchar plantas perennes. Es un buen momento para plantar o trasplantar plantas perennes, cambiándolas de maceta si es necesario porque ahora es cuando para su crecimiento. También es la época de acolchar la base de estas plantas, para evitar que las heladas hagan sufrir a sus raíces.
Vía: Deco Estilo
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